El Gobierno de Extremadura; a través de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, ratifica que los fondos del primer pilar de la PAC (los destinados a ayudas directas) están consolidados, tal y como se acordó en la Conferencia Sectorial de julio de 2012 para que no hubiera trasvase entre territorios, por lo que sorprende el desconocimiento que muestra el PSOE en este asunto.
Además, la Conserjería de Agricultura recalca los logros acordados en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural de esta semana, como el hecho de que se haya tenido en cuenta la petición extremeña para que las ayudas lleguen a agricultores y ganaderos que tengan actividad agraria, para lo que se ha fijado que tengan un 20% de ingresos agrarios. No es que las ayudas superen el 80% de los ingresos totales, como erróneamente asegura el PSOE, sino que siempre se habla de ingresos agrarios. Resulta curioso que, por un lado, se demande que se concedan ayudas a los agricultores que tengan actividad agraria y que, por otro lado, se discuta que se incluya algún porcentaje de ingresos que se obtenga de las explotaciones.
Hasta ahora, esa falta de criterio en este asunto ha favorecido a los agricultores de sofá, a los cazaprimas, y corregir esta situación, como se hace ahora, ha sido siempre una demanda de los propios agricultores y ganaderos, de las organizaciones agrarias, de las cooperativas y también del actual Gobierno extremeño.
Respecto a los pagos acoplados, hay que recordar que cultivos muy importantes para la región como son el tomate y el arroz, ahora van a tener ayudas acopladas; mientras que nunca existieron para estos dos cultivos. Con esta reforma, habrá 6,3 millones de euros para el tomate y 12,2 millones para el arroz; lo que supone 18,5 millones de euros, frente a ni un solo céntimo que ha habido hasta ahora. Además, se incluye a toda la ganadería en las ayudas de pagos acoplados: vacuno, ovino y caprino.
Otra cuestión fundamental para Extremadura que contempla esta reforma es la regionalización como alternativa a la tasa plana. Esta regionalización reconoce las producciones de secano, de regadío, los cultivos permanentes y los pastos, diferenciando los niveles de ayudas, y no con un importe igual para todas las hectáreas.
Con todo ello, no se entienden las críticas y la información sesgada que se está ofreciendo desde determinados ámbitos, cuando muchas de estas medidas han sido demandadas por todo el sector.
