El portavoz del grupo parlamentario IU- Verdes- SIEx, Pedro Escobar ha preguntado al presidente autonómico, en la sesión plenaria celebrada en el día de hoy, por las acciones que se están llevando a cabo para impedir el cierre de la planta de biodiesel en Valdetorres. El objetivo según ha detallado es evitar lo que considera “un enorme sin sentido y un enorme disparate” que afectaría no solo a los cincuenta puestos de trabajo vigente, sino también a la estructura empresarial de Extremadura.
De esta
forma, el presidente del ejecutivo, José Antonio Monago, ha afirmado que el
Gobierno de Extremadura ha mantenido constantes reuniones “con carácter
discreto” para evitar lo que ya parecía inevitable: el cierre de la planta.
Monago ha sentenciado que el ejecutivo “lo que ha tenido que hacer, lo ha
hecho; pero la decisión final corresponde a una administración concursal, que
lamentablemente no ha atendido a las sugerencias que les han presentado”. Así,
todas las negociaciones que ha hecho el Gobierno, según ha apuntado han sido
para garantizar la viabilidad de la planta, mantener el empleo además de la
actividad. En cualquier caso, el presidente autonómico ha afirmado que la
administración regional no ha concedido subvención ninguna a esta empresa y no
participa en el capital social de la misma.
Ante esta
respuesta, el líder de IU ha sentenciado que “no pone en duda que haya habido
esos contactos, pero es cierto que han sido tan discreto que no se ha enterado
nadie; ni siquiera los propios trabajadores”.
A ello ha añadido que la operación que se está gestando tiene un
“pestazo a pelotazo que se capta a kilómetros de distancia”. Escobar que ha
hecho un símil de la planta afirmando que “es como vender por cien euros un
coche de km 0 que va a ser despiezado”
una planta que está impecable, en perfecto estado de funcionamiento, con
tecnología punta, que costó entre 70-80 millones de euros y que alguna de las
piezas por sí solas valen más de un millón de euros (cantidad por la que se
quiere “achatarrar”). Así, Escobar ha matizado que si los contratos
hubiesen sido menos discretos hubiesen propuesto alguna sugerencia como es
proponerle a Avante que se hubiese quedado con la factoría y en vez de venderla
a determinado grupo, “que va a dar el pelotazo de su vida”, seguir teniendo en nuestras manos un bien que vale
más de un millón de euros y del que más tarde se vería como gestionar.
Finalmente,
el portavoz de IU se ha lanzado a decir que hay sospechas en el proceso
concursal, ya que según se rumorea, “no se ha llevado a cabo como debería” con
la suficiente transparencia ni publicidad.