PALOMAS NEGRAS

Tengo los
labios exhaustos

de
exabruptos desde que tu cuerpo

emigra
sigiloso cada noche

del derroche
generoso de mis ganas.

Y me vengo
de ti con las palomas

que a
patadas aparto de mis pasos,

mensajeras
de que tú no dices nada.

 

A saber
donde estarás

cuando te
pienso mil millones de veces

por
segundo…

Seguro que
más cerca

de mí de lo
que creo

en el
sentido literal de la distancia

y tan lejos
que yo no me figuro

un lugar más
remoto

en cualquier
atlas.