El consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, ha ensalzado la acción social de las Cáritas extremeñas en favor de las personas en riesgo o situación de exclusión social durante la presentación de las subvenciones que el Gobierno de Extremadura concederá este año a estas entidades para atender a las personas sin hogar y que se elevan a 694.494 euros.
“Con
esta suma materializamos la solidaridad de todos los extremeños pues, en
definitiva, las subvenciones que el Gobierno concede no es más que una muestra
del altruismo del pueblo extremeño”, ha manifestado durante su visita al Centro
de Transeúntes “Padre Cristóbal” de Mérida, gestionado por Cáritas Diocesana de
Mérida-Badajoz.
Según
ha precisado, esta cuantía representa un incremento del 7,4 por ciento respecto
al año pasado, fruto de la “sensibilidad” del Gobierno de Extremadura con la
situación que atraviesan las personas en riesgo o en situación de exclusión y
de su compromiso con la labor que desarrollan las Cáritas para paliar estas
dificultades.
En
concreto, Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz recibirá 270.000 euros, Cáritas
Diocesana de Plasencia esta misma cantidad, y la de Coria-Cáceres 154.494
euros, todas ellas para atender a personas que no disponen de una vivienda
digna, que carecen de recursos, de lazos comunitarios y familiares.
De
este modo, la Consejería de Salud y Política Social vuelve a incrementar su
aportación a estas entidades como lo ha venido haciendo anualmente desde el año
2011, dado que las subvenciones concedidas se han incrementado un 21,4% en este
periodo, desde los 572.000 euros que se entregaron en 2011 a los 694.494 de este
ejercicio.
RECONOCIMIENTO A LOS
VOLUNTARIOS Y TÉCNICOS
El
consejero ha mostrado además su reconocimiento a los voluntarios y a los
técnicos, pues aunque su trabajo es “duro”, también es “muy enriquecedor” por
las lecciones de vida que día a día encuentran en espacios como el Centro
“Padre Cristóbal” de Mérida.
Este
centro, según ha recordado, inició su andadura en 1998 para ofrecer no sólo un
hogar a personas que por diversas circunstancias se vieron un día sin un techo
bajo el que cobijarse, sino para ofrecerles “mucho más”, dado que las personas
sin hogar han encontrado en estas instalaciones alojamiento y sustento, pero
también recursos formativos, programas de inserción laboral, atención
psicológica, grupos de auto-ayuda y habilidades sociales, y acceso a los
servicios sociales.
Todo
ello con un fin último, cual es “posibilitar que las personas en riesgo o en
situación de máxima exclusión social alcancen los máximos niveles de autonomía
y desarrollo”, ha añadido Hernández Carrón.
Para
ello, Cáritas diseña itinerarios personales con cada uno de los usuarios de
estos centros para cubrir sus necesidades básicas -alojamiento, alimentación,
salud e higiene, etc.- y desarrollar acciones de recuperación personal que
rompan su aislamiento social.
En
este sentido, el consejero ha elogiado la labor que la Iglesia está desarrollo
en pro de los más desfavorecidos en estos tiempos difíciles, en los que “el
trabajo para paliar las dificultades de quienes peor lo están pasando se ha
intensificado por parte de todos, de las administraciones públicas, de las
entidades del denominado Tercer Sector, y de todos y cada uno de los
ciudadanos”.
También
lo han hecho las Cáritas Diocesanas, ha añadido, para seguir atendiendo a
personas con muy distintas problemáticas y nuevos perfiles de personas sin
hogar que “nos muestran el rostro más duro de la pobreza y la exclusión
social”.
Y todo ello, ha subrayado, primando no sólo la atención a las
necesidades más urgentes, sino también apostando por la promoción de la persona.