Hace un rato que he llegado de Zalamea de la Serena. Un acto con Odón
Elorza en el que me he ratificado lo grande que es nuestro país.
Extremeños emigrantes en Guipuzcoa y Vizcaya hablando en euskera con
Odón, Odón hablando en extremeño con todos. Esa es la grandeza de
nuestro país. Pero quiero compartir con vosotros otra cosa también.
Sobre todo con los que lleváis siete años al lado de este blog. Los que
sabéis que nada fue fácil. Hoy se gradúa mi niña. Tiene 23 años y
termina la carrera de medicina. Os quiero decir que merece la pena
luchar por la igualdad de oportunidades. Hoy lo tengo tan claro como el
día que me afilié al PSOE hace casi 20 años. Yo sabía que mis hijos si
querían y se esforzaban llegarían a cumplir sus objetivos académicos.
Pero quería más. Quería que sus compañeros si querían y se esforzaban
pudieran también cumplir sus objetivos académicos. Y decidí que lo podía
hacer a través de la política. Y por una parte me siento feliz y por
otra parte frustrado. Feliz porque hoy junto a mi hija se van a graduar
compañeros y compañeras cuyos padres y madres , abuelas y abuelos , me
han dicho por los pueblos de Extremadura que se sienten orgullosos de
que haya sido posible vencer los obstáculos que se presentaron en el
camino gracias a la política y a su esfuerzo. Frustrado porque esta
noche en Zalamea una chica univeritaria se me acercó y me dijo que el
recorte de las becas no le permitiría seguir estudiando.

