El Ayuntamiento de Plasencia ha rendido hoy un homenaje al maestro Guillermo Gómez de la Rúa, republicano y director de las Escuelas Graduadas Santiago Ramón y Cajal.
En un sencillo acto, el alcalde, Fernando Pizarro, acompañado por varios familiares del maestro Gómez de la Rúa y por la comunidad educativa del colegio público Ramón y Cajal, han inaugurado una placa en la que se dedica la avenida de la Salle a la memoria del insigne maestro.
Eran muchas las voces que pedían este homenaje para el profesor, por su dedicación a los niños, por sus exigencias de atención a ellos de las autoridades, por su demanda de justicia para ellos, sobre todo de quienes padecían hambre.
Y es que por estos motivos, Guillermo «fue depurado y posteriormente expulsado de la carrera, tras de un juicio injusto, conjuntamente con otros insignes placentinos, después de que milagrosamente, mejor dicho por su enorme perspicacia y prestigio personal, esquivara una muerte segura, pues a ella le conducían sus captores por orden superior», según ha recordado recientemente otro profesor, Antonio Sánchez.