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Detenido un clan familiar dedicado al tráfico de drogas al por mayor

CÁCERES
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La Policía Nacional ha detenido a tres personas (dos varones y una mujer) por su presunta autoría de un delito contra la salud pública, concretamente tráfico de sustancias estupefacientes, pertenecientes a un clan familiar dedicado al tráfico de drogas “al por mayor”, residentes en el barrio de San Lázaro de Plasencia.

El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, ha señalado que las detenciones han sido posibles gracias a las continuas investigaciones que realiza el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Cáceres sobre aquellas personas que, de una u otra manera, están relacionadas con el tráfico de drogas.

 

Mediante estas investigaciones, la Policía tuvo conocimiento de la existencia de un clan familiar dedicado a la venta de sustancia estupefaciente a pequeña y mediana escala y que ejercía esta actividad ilícita en la capital del Jerte y sus alrededores, haciendo de ella su medio de vida. Este clan familiar residía en el barrio de San Lázaro de Plasencia.

 

Una vez que la Policía Nacional recabó esta información, los investigadores realizaron las gestiones oportunas para conseguir la identificación de los miembros que componían el grupo criminal y los domicilios desde donde operaban.

 

Cuando se completó esta información, tanto los miembros del clan como los domicilios controlados por estos fueron sometidos a discretas vigilancias y seguimientos.

 

López Iglesias ha concretado que estos procesos de vigilancia y seguimiento permitieron determinar que los investigados habían dedicado uno de los domicilios a la venta de sustancia estupefaciente “al menudeo”, principalmente de lo que se conoce como “postura” (papel de aluminio impregnado por unas gotas de aluminio) que vendían a conocidos politoxicómanos de la ciudad.

 

En la mayoría de las ocasiones, estos politoxicómanos lo consumían en los fumaderos habilitados en el interior del domicilio, dificultando así la labor policial.

 

En este domicilio residían el cabecilla del clan familiar y su mujer. El primero de ellos se encargaba de la vigilancia exterior para detectar la presencia policial, de la selección de los clientes y de la entrega directa de la sustancia estupefaciente a los toxicómanos. Su esposa se encargaba del control del “fumadero”.

 

El segundo domicilio estaba dedicado a guardar la droga y a su venta “al por mayor”. A este lugar acudían otros pequeños traficantes del barrio, conocidos por los investigadores, para proveerse de tales sustancias. Esta actividad era mucho menos llamativa y más difícil de detectar.

 

Con toda esta información sobre la mesa, el pasado viernes, 13 de junio, se realizaron las entradas y registros en los domicilios de los investigados, con la preceptiva autorización judicial.

 

En estos registros se procedió a la detención de tres personas, y a la incautación de  837 gramos de cocaína, 2.628 gramos de heroína y la intervención de 11.257 euros en efectivo, además de varios teléfonos móviles, dos básculas de precisión y pequeñas joyas con las que, supuestamente, los toxicómanos pagaban la sustancia estupefaciente.

 

López Iglesias ha explicado que los detenidos, un matrimonio de 51 y 55  años de edad, y su hijo de 28, con antecedentes policiales, fueron trasladados hasta dependencias policiales para la práctica de las correspondientes diligencias, tras las cuales fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, quien decretó su ingreso en prisión.

 

Se da la circunstancia de que en el momento de llevarse a cabo la entrada en el domicilio del matrimonio detenido, los cuales intentaron impedir de forma violenta, había tres toxicómanos consumiendo sustancias estupefacientes en uno de los fumaderos habilitados al efecto.


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