La Tahona de Oleum se convertirá en un improvisado museo al alcance de cualquier público, con la exposición de cuatro artistas cacereños, Esther García González, Victor González Barrera, Carmina Santos y Adonay Kustanilló, continuando con su iniciativa de maridaje cultura y hostelería
Los propietarios, Manolo y Nuria, han cedido las paredes de su restaurante y habilitado espacios para que los artistas muestren su trabajo y lo puedan poner a la venta.
De esta manera, mediante exposiciones periódicas, la Tahona de Óleum abrirá diariamente sus puertas no solo para ofrecer suculentas tapas y cenas con la mejor gastronomía, sino también para mostrar las mejores creaciones artísticas de pintores y autores literarios.
Esta primera Exposición, que se inaugura este jueves 19 de Junio, presenta una selección de 30 obras de cuatro artistas cacereños : Esther García González, Victor González Barrera, Carmina Santos y Adonay Kustanilló, que presentan una exposición donde cada uno de ellos hacen un encuadre distinto tanto de técnica como del trazado de sus respectivas obras.
Esther Garcia, nacida en Plasencia y residente en Cáceres, comienza su andadura artística de la mano del pintor cacereño Hilario Bravo y participa en jornadas impartidas por Antonio López y José Hernández pertenecientes al “Realismo Mágico “ de la escuela madrileña.
Al mismo tiempo recibe clases en la Escuela de Bellas Arte de Cáceres “Eulogio Blasco”, en las disciplinas de escultura y dibujo.
Víctor González Barrera, sus utensilios de pintura son la plumilla y pinceles finos que dan textura a sus trabajos de acuarela y tinta.
Ha participado en mas de veinte exposiciones conjuntas por Malpartida, Arroyo , Aliseda, Cáceres, Navalmoral de la mata, Aizenay Francia, y Alcalá de Henares… así como cinco exposiciones en solitario.
Carmina Santos, nos presenta una explosión de color utilizando como temática la Naturaleza. Utiliza la espátula, sin olvidar de plasmar esa pincelada fina y detallada que ha sido fruto de sus primeros años en la pintura. Utiliza el lienzo como paleta de colores, mezclándolos e inventando nuevos colores.
Adonay Kustanilló, pintor autodidacta, de formación independiente, nos presenta una serie de cuadros llenos de infinitos matices armonizados con una síntesis del dibujo y el espacio, de grandes planos y pequeños toques de luz, suficientes para que la obra tome interés por sí misma y nos llame a contemplarla y a disfrutarla.
