El sindicato UGT Extremadura ha hecho una valoración «muy negativa» por el «amplio deterioro» que se ha producido en la prestación del servicio de comida en los centros dependientes del Sepad desde que hace un año se formalizase el contrato de proveedor único en dichas instalaciones.
Exige asimismo a los responsables que tomen medidas «urgentes» al respecto, en tanto que la alimentación de los mayores, «muchos de ellos sin capacidad de reclamación debe ser garantizada en cantidad y calidad».
Apunta también el sindicato que la «bajada temeraria» que según indica hizo la oferta de proveedor único que ganó la licitación, de «casi un millón de euros sobre un total de cinco millones», hacía «presagiar» una «rebaja sustancial de la calidad y la cantidad de los alimentos a suministrar».
En este sentido, ha advertido de que el Gobierno extremeño «en su afán de recorte indiscriminado, primaba el ahorro sobre la calidad del suministro de alimentos a los mayores».
El sistema anterior mediante la compra de suministros por el propio centro «era válido», ha señalado UGT, ya que «los propios centros se hacían responsables de la cantidad y de la calidad de los alimentos, además de favorecer al pequeño comercio local. Nuestros mayores merecen un servicio suficiente y digno».
Por el contrario, lamenta que un año después de la entrada en vigor del contrato de proveedor único «se han confirmado las peores expectativas», dado que «los alimentos que actualmente son servidos en los centros dependientes del Sepad destacan por cualquier otra cosa menos por su variedad, cantidad y, especialmente, su calidad, que en muchas ocasiones es muy deficiente».
«Los alimentos frescos prácticamente han desaparecido de las dietas siendo en su mayoría congelados. Hay carencias de alimentos específicos para algunas patologías o bien mucha de las frutas son estrío que sólo se pueden utilizar para compotas o macedonia; entre otras muchas irregularidades que denunciamos con base en testimonios de afectados que han llegado a nuestro sindicato», explica UGT.
Finalmente, añade que esta situación «es consecuencia de la privatización de la gestión del suministro de alimentos y de la escasa vigilancia de la administración».
