EL MACHO ALFA

Recorre desconfiado el territorio

que heredó con mérito dudoso

a base de derribos o de acoso

para todo quisque sucesorio.

Aduce razones poderosas

que al final se resumen en dinero

y pone por encima de las cosas

los huevos del caballo de espartero.

Qué pena da con su rumiar

pretencioso de la alfalfa

y  qué no daría esa bestia tan vulgar

 por llegar a ser un macho alfa!