Digital Extremadura

Patrimonio amplía la declaración BIC de la Iglesia de Torrejoncillo con la fiesta de ‘La Encamisá’

CÁCERES
Comparte en redes sociales

El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado la resolución por la que se abre el expediente para completar, mediante la descripción de la fiesta de ‘La Encamisá’, la declaración de la Iglesia de San Andrés Apóstol de Torrejoncillo como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento.

La declaración de un monumento como BIC supone también la protección de las manifestaciones del patrimonio inmaterial inherentes al inmueble.

 

Pero en este caso, dada la relevancia de ‘La Encamisá’, una fiesta unida de manera indisoluble a esta iglesia y ritual especialmente representativo de la identidad torrejoncillana, la Dirección General de Patrimonio considera que es necesario incorporar esta manifestación cultural a la descripción del templo de San Andrés Apóstol, que ya estaba catalogado como BIC desde su publicación el DOE, el 10 de febrero de 2014.

 

Según la Ley 2/1999, de 29 de marzo, el Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura lo constituyen «todos los bienes tanto materiales como intangibles que, por poseer un interés artístico, histórico, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, etnológico, científico, técnico, documental y bibliográfico, sean merecedores de una protección y una defensa especiales».

 

En el caso de Torrejoncillo, patrimonio material e inmaterial van indisolublemente unidos, porque no se puede entender la importancia de la iglesia parroquial sin atender al ritual mariano de La Encamisá, que trasciende lo puramente religioso para convertirse en el símbolo y bandera de la localidad.

 

Generación tras generación los torrejoncillanos se reúnen en la noche del 7 de diciembre junto al templo de San Andrés Apóstol para ver salir el estandarte celeste de la Virgen de la Inmaculada, momento fundamental en el que, al unísono, se funden los vivas a la Patrona con el tronar de los disparos de cientos de escopeteros. Este momento refuerza los lazos familiares y la identidad local.

 

Una vez que el estandarte sale de la iglesia y llega a las manos del mayordomo, este lo muestra al pueblo e inicia la procesión, en cuyo recorrido se localizan diferentes hogueras.

 

Los orígenes de la fiesta, declarada de interés turístico regional, son imprecisos, como en la mayoría de los casos para este tipo de rituales.

 

Se vinculan con una estrategia militar muy utilizada por los Tercios Españoles en los asaltos nocturnos y por sorpresa a las posiciones enemigas: La Encamisada. Así, en Torrejoncillo se da por cierto que en la Batalla de Pavía, en 1525, el capitán Juan de Ávalos, natural de la localidad se encomendó a la Virgen y tras salir airoso de esta estrategia, al regresar, inició la tradición.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *