Se nos van los días y los meses sin enterarnos. Ya estamos con los nervios a punto pensando en el día 23 del corriente. Por fin se acabará la larga travesía de la veda. Según se mire. Los que gustamos de seguir las pautas tradicionales estamos en veda desde febrero a agosto; pero hay otros muchos que practican otras cazas autorizadas en esos meses: los corcistas, los esperistas, los que pueden irse a otros sitios, etc; y lo que es peor: los furtivos y traficantes de cuernas y trofeos
Recién nos llega la noticia de trece detenciones por mercadeo ilegal de trofeos de caza mayor en esta provincia cacereña. A ver qué hacen ahora la Ley y la Justicia. En fin, a lo que estamos. Decía aquel amigo ya desaparecido que en la caza empieza uno a disfrutar en los días previos, preparando el utillaje, buscando la ropa y poniendo las cosas a punto. Gran verdad. La ilusión no deja de darnos alas en estos días postreros. Luego, tal vez, no tengamos una triste tortolita, o paloma, a la que ponerle los puntos y empecemos con una nueva colección de bolos; pero por lo menos ahora soñamos ya con el día del madrugón y con el camino al cazadero. Que haya suerte y que cacen ustedes las tortolitas justas, ni una más; que para eso hay cupos.