La generosidad de Victoria Beckham no tiene límites. Con tal de estar en el candelabro, que diría la otra, es capaz de desprenderse de 600 trajes para subastarlos con un fin benéfico. Cualquier excusa es buena para renovar el fondo de armario.
La gente de a pie, la ropa usada la seguimos conservando incluso durante décadas por si vuelve a estar de moda algún día o por si volvemos a caber en ella.
Victoria, que siempre está divina, jamás repite modelo, así que 600 prendas no le dan ni para dos años si calculamos a prenda por día.
Eso es vicio, no me digáis, ya hay que tener un armario grande par meter todo eso. Un armario grande que quepa en una casa muy grande y una cuenta corriente que no conoce los números rojos.
Vale que tenga que dar buena imagen, lo admito, no va a salir a tirar la basura la calle con los rulos puestos, la bata guateada y las zapatillas de pompón rosa como mi vecina del 5º, pero de ahí a gastar tanto dinero con el hambre que hay en el mundo me parece pecao.
Sobra decir que, aunque ser diseñadora no es lo que la ha hecho popular, la señora de Beckham y ex Spice Girls, se ha adentrado en los mundos de la moda porque se preocupa mucho por la imagen. Tanto, que podemos llegar a preguntarnos ¿es real o viene del futuro como la del anuncio de la lejía Neutrex?
Alguien tiene que explicarle a esta chica YA que cuando decimos que la belleza está en el interior, no nos referimos al interior del armario y que la gente la va a querer igual si sale de casa con unos pantalones vaqueros y una camiseta, que de esta guisa. Modelo ideal, dicho sea de paso, para ir un lunes de primeros de mes a hacer cola al INEM a sellar los papeles del paro o a un funeral.