Digital Extremadura

HIJOS DE UN TERRITORIO MENOR

OPINIÓN
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 Ellos se sublevan contra el sistema, dicen no tener especiales perjuicios contra españoles sino contra el estado, dicen en su slogan que aspiran a conseguir libertad, no dicen de qué, tampoco acreditan que les falte, tampoco airean las prebendas concedidas, hablan de huir a un territorio menor que interpretan les pertenece, no dicen que también pertenece al resto de los habitantes de este país, hablan de denigración social y yugo a una configuración no hecha para ellos.

 

Les asisten todos los derechos, ansían votar para que las estadísticas muestren el sentir de su pueblo maltratado,- ¡qué desfachatez!-; han soñado un camino hacia adelante, -quizá el actual retroceda, no es verdad, también lo han soñado-, se subieron al desdén de cambiar las reglas después de iniciado el juego, les resbalan el respeto, la solidaridad, los pensamientos de los demás. Cataluña no estaba hecha de utopías sino de reproches, ahora se comprende. De no existir Madrid, ¡ay, de no existir Madrid!, no cabría la desvergüenza en un cubo parecido a urna, no existirían en abundancia los desengaños; es un asunto vulgar la dependencia, es un asunto torpe la independencia; ambos son asuntos de política, con sus quiebros a la verdad y sus énfasis a la demagogia. Tienen un paraíso de privilegios quitados a otros solo por ser más peleones, porque llevan amenazando siglos de bravura.

 

Aquí es otro lugar y la suculencia del privilegio se pierde en un contador de hasta tres, no más; nadie les requiere para un patriotismo especial, nadie, aquí, les envidia ni se conmociona por la osadía, nadie les recrimina el desorden que están ocasionando pero todos les recordamos que hay una parte de Cataluña que es nuestra por natural derecho de herencia, como también una parte del resto de España es de ellos por idéntica razón. Cuando el derecho se les ponga a favor que cumplan con la cuota de pago de la venta, paguen su diezmo de libertad, recojan sus bártulos y se marchen a fundar un estado a su semejanza, con el menor ruido posible. Y que ambos seamos felices.


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