Expertos abogan por unir patrimonio histórico con ofertas y productos concretos

Merida ha acogido una jornada de turismo cultural en Extremadura donde se ha abogado por unir patrimonio histórico con ofertas y productos concretos, organizada por la Asociación extremeña de Gestores Culturales (AGCEX) y el Observatorio Extremeño de la Cultura y patrocinada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Consejería de Educación y Cultura.

El director general de Promoción Cultural, José Antonio Agúndez, ha apostado por mantener, e incluso aumentar, la oferta de manifestaciones culturales de Extremadura, porque «aportan un valor añadido muy importante a recursos turísticos únicos, que así se diferencian».

Prueba de ello es que durante 2013 fueron 1.060.000 los espectadores que participaron en las actividades culturales promovidas por el Gobierno extremeño, lo que supone un 28,5 por ciento más que el año anterior, mientras que en 2014 «continuamos en el mismo camino de superación», en palabras del responsable regional de Promoción Cultural.

Para Agúndez, si algo caracteriza a Extremadura en este ámbito es que «aquí se puede sentir con singular fuerza la convulsión que surge al unir la acción cultural con el patrimonio artístico, la historia, el paisaje, de forma que todos los elementos se enriquecen y se complementan».

El director general de Promoción Cultural ha realizado estas declaraciones durante la inauguración, en Mérida, de la Jornada de Turismo Cultural en Extremadura, organizada por la Asociación extremeña de Gestores Culturales (AGCEX) y el Observatorio Extremeño de la Cultura y patrocinada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Consejería de Educación y Cultura.

CONSERVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD

La directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Merino,  ha hecho hincapié en dos conceptos «fundamentales y complementarios» para este ámbito: conservación y sostenibilidad, porque inciden en el desarrollo económico, ya que «el patrimonio cultural es un gran generador de empleo y riqueza en dos vertientes, la directa, a través de su conservación e investigación, y la indirecta, mediante su difusión y el turismo».

Según Merino, hay que seguir trabajando con el fin de «abrir nuevos horizontes para que las personas atraídas por la historia puedan desarrollar cada vez más su interés en toda Extremadura». Asimismo, ha defendido el gran valor del patrimonio y el turismo culturales como instrumentos de cohesión social, que permiten a los ciudadanos «conocer y apreciar su pasado, lo que les une, y arraigarse en su territorio».

Por su parte la directora general de Turismo, Elisa Cruz, ha recordado que el 43 por ciento de los turistas que llegan a Extremadura lo hacen movidos por un interés cultural y ha planteado la necesidad de crear productos concretos «que acerquen y vendan al turista los recursos patrimoniales, tangibles e intangibles, y los valores culturales».

En palabras de Cruz, «el turista cultural es un turista amable, respetuoso, que gasta 185 euros de media frente a los 135 que gasta un turista normal y que no viene solo en vacaciones». De ahí la conveniencia también de establecer una agenda única de productos turísticos vinculados a la cultura que «llenen todo el año con grandes hitos y con reclamos más pequeños que fijen la atención en las distintas comarcas».