CCOO y UGT han señalado que el dictamen del Consejo Económico y Social contrario al anteproyecto de Ley de Medidas Tributarias del Gobierno regional, coincide con la opinión sindical de que no conviene renunciar a ingresos para la Administración en un contexto de aumento de la deuda pública y de serios problemas para cumplir con los límites de déficit.
El CES se muestra partidario de un “cambio de fondo del sistema tributario con bajadas de impuestos orientadas a conseguir beneficios sociales relevantes”, señalan, y no a una “utilización electoral” del sistema fiscal como la que pretende el Ejecutivo autonómico.
Según indica el mismo dictamen “es necesario contar en Extremadura con un planteamiento fiscal estable y al margen de los vaivenes políticos” y la política fiscal debe plantearse como un “instrumento para mejorar las capacidades de desarrollo de nuestra comunidad”
Apuesta del mismo modo por una reforma que aspire a la “reducción de desigualdades” y sea una “garantía del principio de suficiencia que permite la prestación de los servicios públicos universales y de calidad”.
Este organismo consultivo pone en tela de juicio que una bajada de impuestos sirva para reactivar la economía como defiende el Gobierno y lamenta que se persista en la desigualdad que existe en la tributación entre las rentas de trabajo y las rentas de capital.
Para el CES, Extremadura necesita un sistema “que garantice una recaudación más estable para atender los compromisos sociales y financieros que requiere una economía avanzada y un sistema justo que aumente las aportaciones del capital y de quienes poseen más riqueza y reduzca la de aquellos que menos ingresos tienen”
El dictamen también cita la importancia de tomar medidas contra el fraude y la elusión de impuestos, “porque están minando la recaudación y la justicia” y se muestra partidario de garantizar “una homogeneidad fiscal entre las Comunidades Autónomas, en particular gravando de forma homogénea las sucesiones y donaciones en todo el territorio nacional”.
Ante estas cuestiones, el CES se muestra partidario de una reforma fiscal distinta a la emprendida por el Gobierno de Monago; una reforma fiscal “que requiere estudio, rigor y concertación previa” en la que se avance “en la progresividad y la solidaridad, con una redistribución de la carga fiscal”.
El dictamen también se pronuncia sobre la deducción a las contribuyentes mayores de 75 años “como reconocimiento al esfuerzo de las mujeres extremeñas” calificando esta medida de “discriminatoria”, porque sólo afectará a aquellas mujeres que presenten declaración por este impuesto y no superen en la base imponible 19.000 euros en tributación individual y 24.000 euros en tributación conjunta.
Según un cálculo efectuado por el profesor Francisco Pedraja, únicamente podrán aprovechar de manera íntegra esta deducción anunciada a bombo y platillo unas 6.000 mujeres de la región de las 71.000 de más de 75 años, recordando que no se trata de una ayuda económica directa.
Para el CES, en los últimos años estamos asistiendo “a un proceso de modificaciones parciales y limitadas de distinto signo” del sistema tributario que no tienen “sentido de continuidad” ni “un proyecto más ambicioso de reactivación de la economía extremeña, de crecimiento económico y creación de empleo dentro de espacios amplios de diálogo social a los que habría que llamar en el futuro también a los distintos agentes económico y sociales”.
