Un taller de innovación añaliza la figura del cazador de tendencias

Un taller de innovación ha analizado la figura del cazador de tendencias, y cómo el pequeño comercio puede, a través de las herramientas que ofrece internet y del contacto con los consumidores para conocer sus necesidades, descubrir esas tendencias de consumo y adaptar los productos que les pueden ofrecer para generar un valor añadido e incrementar sus ventas.

Laura Gutiérrez Araujo, especialista en comunicación social y consultora en comunicación corporativa, marketing digital, community manager y diseño de servicios, expuso las claves en el Taller de Innovación Avanzada sobre «Cazadores de tendencias en el sector comercio», organizado por Fundecyt, dentro del proyecto “Cáceres Innovación”.

La herramienta fundamental para ser un cazador de tendencias, señaló, “es la infinita curiosidad, y además la capacidad de observación y la empatía. Aunque no todos los fenómenos que ocurren son tendencias, hay que tener cuidado con ello”.

Se basa sobre todo en una curiosidad grandísima que debe tener el comerciante, indicó, “estar investigando por internet, ver cuáles son los nuevos movimientos de consumo que hay. Y también hablar con sus consumidores para saber que les apetecería tener y a partir de ahí generar una experiencia, porque al final todas las cosas no se basan en las nuevas tecnologías que van saliendo sino en la forma en la que sienten las personas, cómo va cambiando esa forma de comportarse y qué tipo de experiencias les gusta vivir”.

Estudiar los comportamientos de los usuarios permite incluirlos en los procesos de innovación y hacer que se adapten a sus necesidades y preferencias. “Toda innovación parte del comportamiento del usuario en relación a algo. Las necesidades no se inventan, están ahí, y tenemos que ver cómo podemos solucionarlas”.

VALOR AÑADIDO

En cuanto a la repercusión en los negocios, destacó que se puede generar valor añadido, ”con la crisis económica, el empresario tiene que generar un valor añadido por el cual el consumidor esté dispuesto a pagar, porque las personas, a pesar de la crisis, siguen consumiendo. Hay un valor por el que están dispuestos a pagar, aunque no sea de forma permanente, y si logramos encontrar ese punto por el que quieran pagar ese valor añadido, posiblemente lograremos poco a poco a ganar terreno a nivel de consumo”.

Sobre los pasos a seguir, Gutiérrez explicó que el primero es la observación in situ del mercado “hablando con la gente y mediante herramientas de internet cómo páginas donde se habla de las tendencias”, y después analizar “los innovadores de la tendencia, las causas y el impacto de esa tendencia, así como el futuro, si va a ser a largo plazo o un fenómeno esporádico”.

Tras ello se debe realizar un informe, “lo más esquemático posible y muy visual, con imágenes” y un plan de acción, “con la identificación de las tendencias y los usuarios (no todas las personas son nuestros usuarios, debemos saber cuáles son), los productos que desean y los que nosotros, con nuestros recursos, les podemos ofrecer”.

El pequeño comercio no utiliza mucho este análisis, señaló, “es más bien para las grandes consultoras, y más a nivel tecnológico, pero no hace falta tener un consultor que te haga toda la investigación, ni ser una gran firma, sino que con pequeñas herramientas y algo de metodología se pueden ir descubriendo cosas por cuenta propia. Es más un tema del carácter de la persona, que debe ser curiosa y estar atenta a los cambios que se producen”.

CÁCERES INNOVACIÓN

Cáceres Innovación es una iniciativa promovida por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a través de la Escuela de Organización Industrial (EOI), y el Ayuntamiento de Cáceres. Está cofinanciada con fondos FEDER europeos y su objetivo es mejorar la competitividad del pequeño comercio de Cáceres a través de la introducción de la innovación.

El Ayuntamiento de Cáceres pretende con el plan, que contempla 68 medidas y se desarrollará a través de 4 ejes de actuación,  impulsar a este sector, dinamizarlo, y aumentar su competitividad a través de la innovación.

La Escuela de Organización Industrial (EOI) es una entidad pública fundada en 1955 mediante acuerdo de los Ministerios de Educación e Industria. Fue la primera escuela de negocios de España y una de las primeras de Europa. Además de su vertiente didáctica y formativa, a partir de 1994 impulsa la formación a emprendedores y pymes con el apoyo de fondos europeos.