Digital Extremadura

MILES DE VOTOS PERDIDOS

OPINIÓN
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Ni los arzobispos que hemos tenido, admitieron que si había arzobispado en la Comunidad Extremeña se debía a la historia emeritense, y han estado desmantelando, hasta los archivos para llevárselos a Badajoz, en lugar de digitalizarlos y dejarlos cada uno en su lugar, ni los políticos extremeños, nunca interiorizaron eso, de que Mérida fuera la Capital de Extremadura. Nada puede extrañarnos a la luz de este sentimiento, que ciertas actuaciones, como la ubicación de la estación del AVE fuera de la ciudad, den una sensación más, de resignación política, que de interés por dotarla de una infraestructura que potencie su estatus. Algo que se resumiría así; Pararemos, porque no queda más remedio. 

 

 Nada que ver con Santiago de Compostela capital de la Autonomía Gallega, y en una situación política paralela a la emeritense, ya que no es capital de provincia. Nunca, mas bien al contrario, han existido reticencias para dotarla de todos los elementos e infraestructuras que la conviertan en la Capital de la Autonomía. Incluso la Universidad.

 

Todos se echaron las manos a la cabeza y lo calificaron como un sinsentido, cuando recientemente el político catalán, del PSC,Jaime Collboni, pidió que el Senado y algunas instituciones estatales se ubicaran  en Barcelona. ¿Pero qué dice este? La Capital es la Capital y allí tienen que estar las sedes de las Instituciones.

 

Quizás si hubieran conocido el caso extremeño, no se las hubieran llevado. Muchos organismos representativos del poder del Estado en la Autonomía, que deberían estar en Mérida, están en Badajoz, como la Delegación del Gobierno, o la Comandancia de la Guardia Civil, cuando aquí ni tienen los Guardia Civiles un Cuartel propio, estando de prestado en la Academia. Múltiples detalles han ido mostrando, por parte de los políticos, una cierta desafección a la ciudad, como si el haber sido elegida Capital fuera un mal menor, “y si no estáis de acuerdo, me la llevo”, llegó a insinuar alguno, como si  fuera de su propiedad.

 

Sin embargo, lo que ha causado conmoción en esta ciudad que siempre se ha mostrado  bastante apática en defender lo suyo, ha sido el anuncio, de la venta del edificio de la Residencia del Presidente a alguien que lo desee comprar, cerrando toda posibilidad de que el siguiente que ocupe la Presidencia, que me temo que tras esta decisión, no será él,  tenga que gastar de nuevo el dinero de todos  para comprar otra en peores condiciones, porque su decisión cierra cualquier posibilidad a que Mérida sea siendo de facto la Sede donde residen las Instituciones políticas, y la Presidencia lo es. Otra cosa es que se haya  mirado hasta ahora hacia otro lado, y los políticos de su partido se traguen el sapo por no molestar. Algunos tienen suficiente nivel como para no depender de la política, por lo que podrían dimitir sin problema alguno y mantener a salvo su autoestima.

 

Hace unos días José Luis de la Barrera, tan buen conocedor de la Mérida Industrial, dio una excelente conferencia en la UNED sobre las industrias emeritenses y su historia. Entre los pocos edificios que quedan,  como un vestigio más de esta época, aparecía la casa que debería ocupar, y no lo hace,  el Presidente, así pues,  no es una casa cualquiera, forma parte de la historia de la ciudad y su venta muestra un desconocimiento de lo que representa para los ciudadanos, sobre todo los no recién llegados, aquellos cuyas vivencias forman parte del corazón emotivo de Mérida. La perplejidad, dando por hecho su venta, colocando el edificio, antes de consultar al Parlamento, sobre su idoneidad,  en los portales de ventas Inmobiliarias, ha sido cuando menos torpe. Los diputados emeritenses, que se supone han sido elegidos para defender, por encima de todo,  su ciudad, o los Consejeros que conocen la historia y lo que representa, deberían aconsejarle, además de que viniera a vivir  aquí, que retirara tal propuesta, o dimitir ellos. No se puede ningunear de esta manera a una ciudad. No creo que en ninguna Comunidad Autónoma, ocurra lo que ha ocurrido aquí, mis respetos al señor Vara que supo comprender que esta es la Capital y se quedó a residir aquí.

 

Se parte, en la consideración del sr. Monago para hacerlo, alegando el ahorro, de unos planteamientos falsos, cuando a uno lo eligen Presidente de una Comunidad, no lo hacen funcionario, no es un trabajo de ocho a tres, y se va a su casa, su vida queda, para bien o para mal, investida de una serie de aspectos sobreañadidos por los que deja de ser un ciudadano normal, y se convierte en una figura  Institucional, y ello conlleva, por otra parte, el que los ciudadanos corramos con los gastos de esa representación. No creo que el sr. Rajoy se pague la luz y la calefacción de la Moncloa, ni los escoltas, ni los viajes institucionales, eso va en el cargo, como lo es el vivir en la Sede Institucional. Lo demás es no haber asumido, que por encima del nombre que aparece en el NIF, está el estatus de Presidente de una Comunidad y que debe residir en la Sede elegida, cuando deje de ser puede irse a donde quiera, pero el cargo conlleva ciertas obligaciones.

 

Ha hecho mal negocio, con esa idea,  que no creo por la oposición y el ambiente creado, que lleve finalmente a buen término, porque no habrá conseguido más votos en Badajoz, pero sí los ha perdido por miles en Mérida. Eso sí las farmacias están vendiendo más omeprazol, que nunca en la ciudad, porque a juzgar por los comentarios, la acidez gástrica ha subido algunos puntos.

 

Quédense la Administración los dos millones, que dice, se sacará de la venta,  para lo que se quiera, necesidades nunca faltan,  y haciendome eco de las opiniones captadas, no los queremos,  aunque se tuviera necesidad de ellos.  Como cuenta Bernabé Moreno de Vargas en su Historia de Mérida, a pesar de la falta  de alimentos, en el cerco de moro Muza a la ciudad, el defensor Sacarus, “hizo echar por los muros afuera muchos costales de pan y envió a decir  a Muza, que vivía engañado en pensar de que le iba a ganar la ciudad por los bastimentos”

 

 


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