EL USO Y EL ABUSO DEL PODER

Esta mañana he estado leyendo unas interesantes reflexiones de Antonio Garrigues que me han animado a abrir en esta Plaza un debate sobre el uso y el abuso del poder. Cuanto mayor es la concentración de poder mayor es el riesgo de que se deje de usar adecuadamente para los fines que existe, y se pase a abusar del mismo. Una de las conclusiones que debemos sacar del ciclo que se agotó es que falló la medicina preventiva. Por esa razón creo necesario llevar a cabo reformas legislativas que dificulten un uso inadecuado del poder. Una de ellas esta ya en todas la mentes, mayor transparencia, por no decir absoluta transparencia. Pero hoy me gustaría poner el acento en otra. Hay que limitar la capacidad de toma de decisiones en determinados asuntos. Y eso pasa por la exigencia de nuevas mayorías cualificadas y por la utilización de la consulta a la ciudadanía. Ayer me decía un joven extremeño que reside en Sevilla, que no sabía que pasaría en el futuro pero sí que los que gobiernen tendrán que preguntar más.

 

Les pongo un ejemplo. ¿Si hay que optar entre llevar a cabo una obra faraónica escasamente intensiva en mano de obra o mantener el transporte escolar en todas sus etapas , tan disparatado resulta pensar que algún día llegaremos a preguntarle a los ciudadanos su opinión? Ahora les preguntamos cada cuatro años…