Digital Extremadura

LOS DESCUBRIMIENTOS DE FERNANDITO MANZANO

OPINIÓN
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A veinte días de celebrarse la Conmemoración de la Constitución Española y con todo un fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, dimitido por las presiones del PP y la trama Gürtel, retumban en nuestros oídos lo dicho por el chavalín de la peca, Fernando Manzano, a la sazón presidente de la Asamblea de Extremadura y líder indiscutible del clan de la patatera de Malpartida de Cáceres, quien nos daba una clase magistral sobre la Carta Magna y la necesidad de su reforma principalmente, dijo en el acto institucional, porque no existían los sistemas de autogobierno que hay ahora en España. Por si no lo sabe ni ha leído lo suficiente, Fernandito debiera conocer que hace 36 años, mientras él todavía jugaba con la pelota o a saltaba a la comba, nuestro país andaba en el filo de la navaja con ruidos de sables por todas partes, como quedó demostrado tres años después con el intento de golpe de Estado. Vamos que no estaba España para mucho cachondeo de Comunidades Autónomas. ¿Y para qué ha servido la descentralización? Para chupar del erario público.

 

Tenemos la impresión de que a Fernandito le escribió ese día el discurso un enemigo o lo lanzó sin hablar con nadie del partido previamente y no se encomendó ni a Dios ni al diablo, pues días después el mismísimo jefe del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, decía claramente a los españoles desde La Granja (Segovia), que mientras él fuera presidente la Constitución sólo se reformaría si fuera necesario adaptarla a tratados europeos y nada más. O sea, que esto de los cambios constitucionales promulgados por Fernandito son cohetes de artificio.

 

Es lo que tiene ser un iletrado profundo además de un descarado que va por libre. Cuando se está en un cargo institucional de su importancia y en un partido serio, se pregunta primero. Quede claro que somos de los que opinan que la Constitución hay que cambiarla después de 36 años de vigencia; naturalmente. Comenzando por el jefe del Estado y terminando por el último presidente de Asamblea de pacotilla que exista, es decir, que usted va en el lote. Se supone que para estar en cargo de tan alta responsabilidad se requieren unos mínimos estudios universitarios y una preparación profesional y política acorde con las exigencias pero…el mérito de Fernandito  es el secretario general del PP de Extremadura , ah, bueno, y que es el líder del clan de la patatera de la muy querida población de Malpartida de Cáceres.

 

A nosotros nos da pena la osadía que tienen algunos por tocar poder. En el famoso pleno en el que había que tratar de plátanos y de los viajecitos de José Antonio Monago a Canarias con la linda colombiana tinerfeña y que la cosa derivó en la venta de la Residencia Oficial de los presidentes de la Junta de Extremadura, a Fernandito se le caían unos goterones por la frente que no era cosa normal. Así lo pudimos apreciar desde el canal You Tube de Digital Extremadura. Se equivocaba, se le iba la voz…, un cuadro en definitiva.

 

No sabemos qué va a ser de este pobre hombre cuando se le termine el buen pan con tocino y vino que le da la política. Es lo que hemos venido diciendo en ocasiones: se trata de un político profesional, es decir, un personaje que hace de la política su modus vivendis y después, cuando llegue otro Carlos Floriano al partido en Cáceres le dará el pasaporte.

 

Pero venirnos a decir, cuando estamos todos los días escuchando a Rajoy en los telediarios lo contrario, que hay que reformar la Constitución es para echarse a llorar. No sabemos si estará al corriente de que Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, pretendía formalizar una subcomisión en el Congreso que Rajoy ha tumbado. Se lo decimos a título meramente informativo porque hay un sentir en todas las fuerzas políticas de que la Carta Magna debe ser reformada en aquellos aspectos más delicados, incluyendo Cataluña y las Vascongadas, y si no ahora, dentro de un año, dos, tres…, los españolitos de a pie volveremos a las urnas a votar no se sabe muy bien qué, porque sucederá lo mismo que en 1978, que fueron con los ojos cerrados porque Adolfo Suárez les dijo que era lo más conveniente para España.

 

Pero que esté tranquilo el chavalín de la peca que para eso todavía falta. Lo que sí esperamos los extremeños es que usted le dé a la patatera de su pueblo, muy rica por cierto, y no sea el presidente de la Cámara Extremeña dentro de un año. Vamos, que con la categoría de presidentes y presidenta de la Asamblea que hemos tenido, tengamos que soportar esto; qué castigo habremos cometido para que Dios nos abandone de este modo…


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