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Muchas quejas en la comarca hurdana ante el arrasamiento del monte bajo de sus serranías

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Muchas voces son las que ya se vienen alzando contra el arrasamiento sistemático del monte bajo de las cordilleras de la comarca de Las Hurdes. Fundamentalmente, vienen a ser los apicultores y los miembros de las sociedades de cazadores los que más claman contra ello.

[Img #41011] Refieren estos colectivos que la destrucción de las manchas que forman el sotobosque, de la que solo se libran los madroños, merma considerablemente el alimento de las abejas, máxime cuando el territorio jurdano es una zona eminentemente apícola, de cuyo sector dependen numerosas familias.  Del mismo modo, los cazadores alegan que, con los desmontes abusivos, se eliminan zonas de refugio para muchas especies cinegéticas.

 

     Estas voces críticas contra los planes que la Administración regional esté llevando a cabo en los montes de Las Hurdes añaden, además, que las empresas que están arrasando el maquis o matorral de la comarca proceden de fuera, empleando a mano de obra inmigrante, que incluso trabajan los fines de semana.  Prácticamente, según afirman, no se ha beneficiado ningún parado de los muchos que hay en los concejos jurdanos.  Algunos apicultores relatan que, prácticamente, en Las Hurdes han disminuido ostensiblemente el número de colmenas, ya que han tenido que ser trasladadas a otras zonas para que las abejas puedan alimentarse.

 

     Por otro lado, comentan que, mientras se arrasan los montes, no se limpia la  mucha basura acumulada en los ríos, bien sea por el desarrollo incontrolado de especies arbustivas o por otros motivos.  Ello ha dado lugar a que el pasado otoño, con las abundantes precipitaciones caídas, algunos ríos de la zona se hayan desbordado, produciendo cuantiosos daños en los huertecillos ribereños.

 

     Demandan estos paisanos que se ponga coto a estos desmanes, pues, al decir de ellos, no se puede poner en riesgo el futuro de Las Hurdes, que, en estos días, se ha sabido que la comarca tiene tendencia a la desertización poblacional y socioeconómica, a tenor de lo se plasma en el Atlas Socioeconómico de Extremadura 2014, elaborado por el Instituto de Estadística Regional y la Universidad Complutense de Madrid

   


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