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Carolina Bello: La Inteligencia Emocional es la habilidad para gestionar bien las emociones

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Entrevista de DEx con Carolina Bello Correas, reconocida especialista en Terapia Emocional y Lenguaje Corporal, con consulta propia abierta a quien necesite de su atención y especialización además de impartir talleres de Inteligencia emocional, que precisamente es lo que se aborda en la conversación mantenida con este diario digital , en el que asimismo colabora con sus acertados y muy seguidos artículos.

[Img #41210]¿Qué significa o qué entendemos por Inteligencia emocional?

 

Las emociones nos movilizan y cuando se integran con la razón, nos hacen más sabios  que cuando solamente utilizamos nuestro intelecto…

 

La Inteligencia Emocional es la habilidad para gestionar bien las emociones, tanto las nuestras como la de los demás. Es fundamental reconocer la  emoción que estamos sintiendo, para poder darle un significado comprensible y conocernos mucho mejor. Esto debe ser así porque nos hace mejorar la autoestima, el bienestar y el ajuste psicológico, para estar sanos y afrontar las situaciones de la vida cotidiana.

 

¿Quiénes necesitan este tipo de terapia?

 

Este tipo de terapia basada en la Inteligencia Emocional (TIE),  es esencialmente humanista y por ello va enfocado a cualquier persona, bien porque padezca un desajuste en sus emociones en un momento determinado por no saber gestionarlas correctamente, o bien por la manifestación de actitudes erróneas permanentes. Solemos aprender desde la infancia, a dar un toque negativo a  todo lo que nos rodea y repercute en cualquier situación de la vida cotidiana. Esto es terrible para nosotros porque nos hace tener pensamientos distorsionados, lo que nos lleva a actuar de forma equivocada. Todos necesitamos que nos enseñen a  ser mejores con nosotros mismos para poder ser mejores con los demás.

 

¿Cuáles son los síntomas y qué factores influyen?

 

Los síntomas son fáciles de notar, ya que la persona se encuentra perdida, desconcertada, baja autoestima, desmotivada, triste y bloqueada, entre otros síntomas, a veces de mayor gravedad. Aunque depende de los casos, pero en general este son los síntomas más comunes y esta sintomatología, nos lleva muchas veces a no saber resolver problemas sencillos.

 

 Los factores que influyen no debemos buscarlos fuera de nosotros. Son los que forman parte de nuestra persona. Este desconocimiento de la gestión de cada emoción, es el que nos lleva a sentirnos perdidos y desolados. Si nos centramos a mirar dentro de nosotros mismos, nos daremos cuenta que todo cambia cuando lo enfocamos de una forma positiva y realista, sin magnificar los problemas. Son factores personales los que desencadenan estas consecuencias y si nos damos cuenta de ello y afrontamos nuestro erróneo modo de ver las cosas, nosotros lo podremos cambiar…

¿En qué consiste la terapia?

 

La terapia consiste en escuchar atentamente a la persona, sentir empatía e intentar desmontar el problema que te cuenta, porque normalmente no tiene consistencia, está formado por pensamientos distorsionados.

 

La TIE es una terapia fruto de un largo proceso de investigación clínica y científica. Es   fundamentalmente humanista, basado en las emociones y en la forma de gestionarlas correctamente. En la terapia, se ayuda a las personas a tomar conciencia de sus sentimientos, para que estén presentes en su persona. Para ello se les ayuda a sentir y reconocer las emociones y  el pensamiento se transforme de negativo a positivo, y esto repercuta en la acción sana y positiva. De esta forma, las personas aprenderán a aprovechar la sabiduría natural de las emociones.

 

Se les enseña a utilizar la alegría como elemento de reparación emocional.

 

Las habilidades emocionales que conforman la inteligencia emocional permiten una intervención integrada con las diferentes dimensiones de la persona, a través de las emociones, entendidas como aspecto nuclear del ser humano.   Esto provocará que el sujeto afronte mejor los  desafíos que se presenten a lo largo de su vida, lo que probablemente contribuya a un mayor ajuste psicológico, y en consecuencia, a una mayor salud mental.

 

¿Qué tipo de atención necesitan “los afectados”?

 

Necesitan que se les escuche con una actitud de atención plena, cálida y cercana. Necesitan saber que les entiendes y para ello la empatía es fundamental. Se les tiene que hacer ver que todos tenemos defectos, cometemos errores y no por ello nos vamos a etiquetar en un concepto. Todos somos humanos y tenemos derecho a errar para evolucionar en la vida como personas. Necesitamos educar las emociones para conocernos mejor, con nuestros pros y nuestros contras, para poder elaborar formas de actuar mucho más sanas y saludables. Para ello, deben conocer sus estados emocionales y ser conscientes de ellos. Es imprescindible enseñar esto desde la educación infantil. Muchos de mis pacientes son niños y adolescentes. Edades fundamentales para aprender a conocer lo que sienten en cada momento sin temor ni vergüenza, sino orgullo y admiración hacia sí mismos.

¿Qué garantías hay de ver resultados y en qué plazos?

 

Las garantías de ver resultados son de éxito absoluto. En cuanto a los plazos, depende de cada persona y de la voluntad que pongan para trabajar sobre sí mismos. Desde el momento que una persona te pide ayuda, debe saber que en el camino va a haber situaciones que le van a incomodar, pero que son absolutamente necesarias para el crecimiento personal y la resolución de sus conflictos. La edad es un componente importante, pues todas las personas no reaccionamos de la misma forma. Es necesario que exista una conexión con  el terapeuta, conmigo en este caso, porque si existe esa conexión, las pautas que se dan, son fácilmente aprendidas y aplicadas por el paciente en el mundo de las emociones, y conseguirán en poco tiempo, un equilibrio emocional deseado.

 

Si la persona tiene un nivel alto de inteligencia emocional, gestionará las emociones de forma más eficaz

¿Qué debe poner de su parte el paciente, a qué debe estar abierto?

 

Debe tener voluntad de cambio y a permitirse sentir sus emociones plenamente, para reconocerlas en cada situación: los llantos, las risas, la melancolía, la ira, el odio, el resentimiento, la alegría…

 

La actitud del paciente es fundamental.  Debe estar abierto a la reparación emocional, a la capacidad de cambiar las experiencias emocionales negativas por otras positivas.

 

Para ello debe intentar hacer uso de la sinceridad y depositar su confianza en el  terapeuta. Debe querer modificar los malos hábitos emocionales. Debe paralizar el pensamiento negativo potenciando el positivo. Debe ser consciente de  que en el camino, como antes he apuntado, va a tener subidas y bajadas, que no va a ser fácil, pero al final, los resultados serán de profunda sensación de paz y de  equilibrio emocional consigo mismo.

[Img #41211]¿Qué duración tienen los tratamientos, las terapias, de qué depende dicha duración?

 

La duración del tratamiento depende de la actitud del paciente.  Si desea aprender a resolver las adversidades de la vida y a evolucionar para ser mejor persona, gestionando sus emociones de forma adecuada, la integración del aprendizaje de la terapia será más productiva y durará menos tiempo.

 

La actitud del paciente es fundamental. Siempre hay que tener en cuenta que durante la terapia hay momentos de euforia y otros momentos de depresión, el terapeuta debe hacérselo ver al paciente de una forma natural. Es imprescindible para la recolocación de las emociones.

¿Se puede considerar la inteligencia emocional como una característica del ser humano actual?

 

Pues claro que sí, evidentemente, las emociones han existido siempre, a pesar de que antes nos enseñaban a reprimir  los sentimientos. Precisamente ahora, con los nuevos estudios en los que se reconoce que estimular las emociones, provoca en los individuos mejores resultados en todos los campos de la vida, hace que la inteligencia emocional, se ha puesto de moda, pero debemos tener en cuenta que las emociones siempre han existido y estimularlas inteligentemente es una actitud generalizada en las personas del siglo XXI.

 

 De todas formas, debemos enseñar en las escuelas desde la infancia, a estimular y educar las emociones. Pienso que es una forma de erradicar espíritus violentos con una desmesurada falta de control de impulsos. Nunca nos quedaremos cortos si continuamos animando a todo el mundo, a exponernos delante de las emociones y vernos tal y como somos, sin tapujos ni condicionamientos, ejercitando los músculos del ser auténtico que llevamos dentro, autorregulando aquéllas emociones que nos hacen perder las riendas de nuestra persona.

 

Nunca está de más, expandir por todos los rincones, que la inteligencia emocional, provoca que todas las personas podamos estar disfrutar de nuestras propias herramientas y con voluntad, de una salud integral sana y equilibrada psicológicamente.

 

Por ello, mis intenciones de ser emprendedora en este campo, siguen adelante, con la puesta en marcha de mi consulta para atender a quienes más lo necesiten. Podéis ver mis páginas en los siguientes enlaces:

 

 http://inteligenciaemocionalkarolbeko.es/   

 

https://www.facebook.com/consultainteligenciaemocional

 

Un abrazo intenso.

 

Otro para ti, mucha suerte y ánimo en tu andadura profesional y en tus experiencias vitales.


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