A pesar de su juventud, el candidato socialista a la Alcaldía de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, tiene un proyecto de ciudad para los próximos cuatro años, cosa que a Pedro Acedo se le desconoce; cuenta con un equipo paritario de mujeres y hombres, lo cual le está dando quebraderos de cabeza al edil popular, y dispone de una mochila que puede ser llenada de votos el 24 de mayo o de los adoquines que acaban de reponer, por orden de Francisco Miranda, en las calles del centro de la capital extremeña. Coincidiendo con su 40 cumpleaños, 6 de marzo, Rodríguez Osuna presentaba en sociedad su candidatura y a su equipo al Ayuntamiento de Mérida en un acto público –antes se llamaban mítines—en el que la carpa del Hotel Las Lomas se quedaba pequeña de tanto afiliado y simpatizante con sed de venganza hacia un Acedo que esta legislatura ha pasado más tiempo del que debiera en Madrid, dejando al cargo de las cosas de palacio a la vicealcaldesa Raquel Bravo.
No les voy a exponer a ustedes todas y cada una de las medidas a las que se comprometía el socialista en su baño de masas, pero hay que ser valiente para decir que de llegar a la Alcaldía emeritense impondrá una especie de tasa a los locales comerciales cerrados, pues está convencido que de esta forma sus dueños los pondrán en el mercado a unos precios razonables y con ello se incentivará la actividad comercial y por tanto el empleo. No sirve, explicó Rodríguez Osuna, decir que cuando baja el paro en la ciudad es mérito de Acedo y cuando sube el culpable es el Gobierno de la Nación. Eso son milongas, ciertamente, que se sacan nuestros políticos para escurrir el bulto y buscar culpables donde solo los hay en la economía, dirigida por el partido en el poder, en este caso el Partido Popular.
Sí es comprensible que el candidato socialista dedicase parte de su intervención a la futura estación del AVE en Mérida, que llevará a los terrenos del Recinto Ferial y no cerca de Esparragalejos como propone Acedo. Y es de lógica. Nadie entiende el interés del actual alcalde de alejar la citada estación siete u ocho kilómetros de Mérida a una finca que habría que comprar, teniendo el ferial justo en el casco urbano, lo que facilitaría la ida y llegada de viajeros a la capital de Extremadura. Es éste un asunto que Pedro Acedo no terminar por aclarar y que da pie a múltiples especulaciones, incluso de intereses poco claros, del edil emeritense. Rodríguez Osuna lleva razón cuando plantea que al día siguiente de tomar posesión de la Alcaldía, siempre y cuando los emeritenses llenen su mochila de votos, se pondrá en contacto con el Gestor de Infraestructuras Adif para modificar lo que es un despropósito a todas luces.
También al día siguiente de ser alcalde, diría el día de su cumpleaños en el mitin de Las Lomas, abrirá la residencia de mayores de la Zona Sur, sita justo al lado del ambulatorio, pero tal y como quieren los vecinos de la barriada y no como centro de día que es la última solución que ha dado el Ayuntamiento después de que la infraestructura lleve más de cuatro años cerrada.
En la puesta de largo de Rodríguez Osuna, su mochila que debe ser llenada con votos socialistas, y su equipo que conforma la candidatura a las elecciones del 24 de mayo, también estuvieron presentes Eduardo Madina y el candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura y líder de los socialistas extremeños Guillermo Fernández Vara, ambos muy aplaudidos como sucediera con el candidato local.
Fernández Vara expuso ideas concisas como adelanto de su programa electoral, pero entre todas, la más importante es que no permitirá ni un desahucio bancario, asegurando que una vivienda es “tu vida” y no un teléfono móvil o un coche. Puso el ejemplo de los vecinos de La Corrala en Almendralejo que van a ser desahuciados por una entidad bancaria que tuvo que recurrir a los fondos europeos para saldar sus deudas. Es de una desvergüenza apabullante que un banco que ha recibido ayudas de Bruselas arremeta ahora contra los más débiles de la sociedad. También denunció el hecho de que en España las que estudian en mayor número y calidad sean las mujeres y sin embargo su presencia en los órganos de dirección y representación sea efímera. “Quiero ver a una presidenta del Gobierno, de Comunidad, del Tribunal Supremo…”, señaló Guillermo Fernández Vara a una entregada concurrencia. Y es verdad que todavía hoy se sigue pensando que la mujer debe estar en casa con la pata quebrada, cuando demuestran todo lo contrario por su esfuerzo, valía y tenacidad.
Fue, sin duda, la noche de Antonio Rodríguez Osuna y su mochila y no venía al caso hablar de pactos postelectorales que serán necesarios o no en función de que la mochila se llene de votos o carezca de ellos. Ya veremos qué sucede pero Antonio, de momento, le lleva ventaja a Pedro; es la juventud contra la experiencia; el estar limpio a tener todos los días que inventar algo para estar en sus medios afines; el querer solucionar las cosas que están mal a hacer las cosas muy mal. Antonio Rodríguez Osuna y su mochila tienen mucho que decir. El tiempo que da y quita razones pondrá las cosas en su sitio…