El Museo Nacional Mohamed VI de Arte Moderno y Contemporáneo acoge, hasta principios del mes de junio, una exposición temporal denominada “Le Maroc Médiéval (1053-1465)” (“Marruecos medieval (1053-1465)”), de la que forman parte dieciocho piezas arqueológicas pertenecientes a la colección del Museo de Cáceres.
![El Museo Mohamed VI de Rabat acoge temporalmente dieciocho piezas arqueológicas del Mueso de Cáceres [Img #42483]](upload/img/periodico/img_42483.jpg)
Este yacimiento fue declarado, hace poco más de un año, Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Zona Arqueológica, y se ubica dentro de la ciudad islámica de Medina Al-Balat, un hito importante durante la Edad Media en el camino entre Mérida y Toledo, ya que se situaba junto a uno de los pocos vados que permitían franquear el río Tajo. De ahí su valor estratégico y los diferentes cambios de manos que sufrió entre los siglos X y XII.
Las piezas del Museo de Cáceres que se exhiben en Rabat son un tesorillo formado por ocho dinares de oro, fechados entre los años 1087 y 1143; un peón y una torre que pertenecieron a un juego de ajedrez que se fecha entre los siglos XI y XII; un extraordinario molde hecho en piedra para la fundición de amuletos metálicos; un “ataifor” o recipiente cerámico para alimentos; un amuleto de plomo; y cinco puntas de flecha y de jabalina, hechas de hierro.
Todos los materiales proceden de la época de dominación de al-Andalus por los almorávides y los almohades.
OBJETIVO DE LA EXPOSICIÓN
La muestra “Le Maroc medieval (1053-1465)”, que ha sido recientemente inaugurada por el príncipe Mulay Rachid, hermano del rey Mohamed VI, pretende hacer una lectura nueva del papel del Marruecos medieval, entre los siglos VIII y XV, como un ámbito creador de imperios.
Allí, las dinastías almorávides, almohades y meriníes crearon un espacio político centrado en el Magreb que se extendió a la Península Ibérica y que tuvo una gran influencia en Oriente al marcar el apogeo del Occidente islámico desde un punto de vista histórico y artístico.
Rabat se convierte así en la segunda sede de una exposición que ya ha podido ser vista, entre octubre de 2014 y enero de 2015, en el Louvre de París. De hecho, fue el prestigio museo parisino el que solicitó a la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno extremeño la cesión de las dieciocho piezas de Medina Al-Balat.






