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GUADALUPE,PRELATURA NULLIUS TERRITORIAL EN EL ARZOBISPADO DE MERIDA-BADAJOZ

OPINIÓN
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El tema de la incardinación de Guadalupe,su Monasterio y casi una treintena de pueblos extremeños,sacándolos del Arzobispado Primado de España,donde están desde hace siglos,ha vuelto a surgir con motivo de la concentración ante el Palacio Arzobispal de Toledo,,organizada por las Casas Regionales Extremeñas,encabezadas por la de Sevilla,y también la Asociación GUADALUPEX.

 

Dedicamos al asunto nuestro artículo de 14 de setiembre de 2014 pasado en este DigitalExtemadura,en el que pedíamos “elevación y respeto”,altura de miras en suma,al plantearlo.A la vez que ofrecíamos con toda cautela una posible solución : convertir Guadalupe y ese territorio en Prelatura Nullius Territorial,incardinada en el Arzobispado Mérida-Badajoz,con el Guardián o Superior franciscano del Monasterio como su Prelado.Advertíamos que no éramos especialista en Derecho Eclesiástico ni Canónico,pero creíamos que era una solución posible.Ahora que el nuevo Arzobispo con derecho a sucesión,Monseñor Celso Morga,es experto vaticanista podremos salir de dudas.

 

     Por lo que sabemos,las citadas Prelaturas Nullius Territoriales (no las personales como era el Opus Dei), creemos que siguen existiendo,aunque en mínima expresión.

 

     La incardinación de esa nueva Prelatura en el Arzobispado Mérida-Badajoz tendría la ventaja de que “no bajaría de categoría”,siéndolo en una Diócesis,Plasencia o Coria-Cáceres.Aunque resulta fuera de lugar hablar así de esta cosas,un tanto “divinales”,como cosas terrenales y administrativas,como son en realidad los Arzobispados.El Obispo es el Obispo en su Diócesis,y es el que tiene sus facultades.y poderes.

 

     También hay que pensar sobre todo si con el cambio no se perjudican las funciones pastorales en esa treintena de municipios,ya que es sabido que Toledo tiene abundancia de sacerdotes y seminaristas,mientras que las Diócesis extremeñas son precarias en eso,con la excepción de Guadalupe por su Monasterio.No estaría demás que las Casas Regionales extremeñas y Guadalupex se preocuparan también de eso…

 

     En fin,hay que esperar a resoluciones superiores,de quienes pueden y deben decidir.Si van ya ,según algunos,793 años de espera,¿no merece la pena esperar algún año más?

 

     Y lo que no es admisible,en manera alguna, es poner en solfa un poco ni nada, a los Franciscanos de Guadalupe en esta cuestión. Con razón el entonces Guardián  de dicho Monasterio,Fray Guillermo Cerrato, que nació y se crió en uno de esos hermosos pueblos de la mal llamada Siberia Extremeña,Puebla de Alcocer, se dolía con razón en la Revista del Monasterio nº 818,de 2010, escribiendo bajo el título “Guadalupe de Extremadura” lo siguiente : “El tono y el espíritu con que desearía que fuera tratado el tema : A mí como franciscano me desagrada que desde GUADALUPEX y otras Asociaciones,así como en la prensa,se hable del tema Guadalupe utilizando los términos “reivindicación histórica”,”litigio”,”recurso” como si  de contencioso entre Diócesis,Provincias Eclesiásticas hermanas se tratara”. Y añadía : “Nos duele que se ponga en tela de juicio nuestra extremeñidad. No podemos entender ni compartir apreciaciones que simplifican los temas y reducen los problemas a simples conflictos de intereses materiales y económicos”.Pues ¡ a por la Prelatura Nullius Territorial,con el Prelado franciscano de Guadalupe! 


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