“Estas loco Guillermo si te crees que vas a poder mantener un DIARIO abierto en LA RED siendo presidente”. Me lo dijo hace unas semanas una persona a la que quiero mucho. Ya os conté que otras también creen que es imposible. Y va a ser posible, queridos amigos y amigas, porque quiero que así sea. No para ser alguien extraordinario, sino para poder seguir siendo un tipo normal. No para que me den un premio al primer político con DIARIO abierto en la red, sino para que yo me sienta bien contando lo que hago cada día. ¿Habrá cosas que no puedas contar? Pues claro, le dije a mi asustado interlocutor, pero la mayoría sí, y lo haré. E intentaré que los asuntos de la vida de un responsable político que no se pueden contar sean excepcionales. Porque creo que es la mejor de las vacunas.
Hace cuatro años durante el mes de junio, mientras duró el proceso de decisión en IU sobre si apoyarme a mí o abstenerse para que gobernara Monago, decisión que siempre respeté y lo sigo haciendo, hice lo siguiente. Por la mañanas preparaba el Discurso de Investidura por si la decisión era una, y por las tardes recogía en cajas mi despacho por si era otra. Así fue exactamente. No tuve ningún problema durante esos días en compatibilizar mis emociones. Más preocupado estaba pensando en las consecuencias para la vida de la gente.
Cuatro años después , el mes de junio ha sido un mes de mucho trabajo, pero también ha tenido mañanas y tardes. Por las mañanas he trabajado en el Discurso de Investidura, con reuniones diversas y enriquecedoras, y por las tardes en las decisiones que tendré que tomar en poco tiempo, y que no quiero que sean ni apresuradas ni en soledad, que tienen que ver con las estructuras de la Junta de Extremadura y con las personas que me van a acompañar.
Mañana es el día en que presentaré a los diputados y diputadas mi programa de gobierno, el de PSOE-SIEX. Es el día en que los votos se convierten en decisiones concretas que tienen que ver con la vida de la gente. No adelanto nada salvo dos cuestiones. Será el Programa de Gobierno de alguien que sabe que no tiene mayoría absoluta. Y daré cuenta de una novedad. Un Manual de Estilo de los que seremos cargos públicos, para que nadie tenga ninguna duda de que hemos venido a servir y no a servirnos. Y un objetivo por encima de cualquier otro. Devolver la esperanza a los que la perdieron.