Acabo de llegar a mi casa en Olivenza, después de un largo día. A las diez y media era la hora en la que tomaba posesión en la Plaza Pública.Era necesario hacer un acto en el que me comprometiera a cumplir la Constitución y el Estatuto de Extremadura. Y ya está hecho.
Pero lo más importante no son los actos, sino que les seamos útiles a la gente. Que la ciudadanía tenga la sensación de que los que somos elegidos no es para mandar sino para servir y ser útiles.
¿Qué significa ser útiles? Ayudarles en sus vidas, no meternos en sus casas para decirles lo que tienen que hacer, y por encima de todo, empeñarnos en mejorar las cosas para que la vida de la gente merezca la pena.
Hemos estado acompañando a mi hija en su entrada formal en el Colegio de Médicos en el acto que se ha celebrado en Badajoz. Y a los muchos compañeros y compañeras, sanitarios en general, que se han acercado, les he dicho lo mismo. Empieza una etapa en la que no sobra nadie y todos hacemos falta.
Ya soy presidente de la Junta de Extremadura. Mañana empieza un nuevo día en el que se que no puedo fallar a mucha gente.
Guillermo