El lema Citius, altius, fortius, con el que encabezamos esta crónica de urgencia con motivo de la pésima reunión, una más, del Consejo de Política Fiscal y Financiera que comanda el ínclito sabelotodo Cristóbal Montoro, aún ministro de la Hacienda Pública española, podría ser el de una comunidad con visos de progreso y futuro, en lo que respecta a Extremadura, pero resulta imposible de aplicar, de presumir, de pretender, de conseguir. Aplíquese al papel que pudiera ostentar Extremadura en materia económica y financiera en este país aún llamado España y vereis como resulta del todo imposible en pleno siglo XXI.
Es sintomático, curioso y real, ante todo real, pero jamás gracioso, que las comunidades gobernadas por el PSOE estén en contra de la decisión de fijar un déficit del 0,3% a todas las que conforman el estado español para 2016 y sin embargo las que gestiona el Partido Popular, estén a favor de tal medida y apoyen sin fisuras a Montoro y su vaina del déficit a consumar. ¿En donde radica tal diferencia de criterios y posturas? Es obvio pensar que de alguna u otra forma, el ministerio de Hacienda, vamos, el señor Montoro y su equipo » protegerán» de algún modo y manera a » sus comunidades», mientras » las socialistas» entre ellas Extremadura, se tendrán que buscar la vida para cumplir con el puñetero déficit del O,3 del PIB. Item mas, según Montoro, bajo ningún modo, se está dispuesto a volver a hacer un reparto asimétrico como en 2013.
En este país, donde aún conviven diecisiete comunidades autónomas, da igual el índice de paro, la renta per cápita, la diferencia de sueldos, la falta de inversión empresarial, lo que castigue la pobreza, la falta de recursos y el crecimiento económico. Hala, todos bajo el mismo paraguas y sobre todo bajo el yugo del mismo patrón, porque es lo que ahora conviene, y el que no trague, lo tiene super crudo de cara a salir airoso en el año 2016.
Por tanto, . El Consejo de Política Fiscal y Financiera ha acordado que todas las comunidades reduzcan su déficit al 0,3% del PIB el año que viene, y no que cada una disponga de un margen diferente. Decisión de un ministro que dados los tiempos que vivimos, y con unas elecciones generales a la vista, no se ha parado a pensar, o sí, el daño que se hace a regiones débiles como la nuestra, o sea, sr Montoro, estará usted con nosotros que para este viaje no se necesitan alforjas y menos perder el tiempo miserablemente en reuniones que no conducen más a que su inalterable y desagradable imposición.
De ahí, que la consejera de Hacienda de Extremadura, Dª PIlar Blanco-Morales, haya tenido la esperanza, confiemos que no perdida, de que « se tengan en consideración las graves tasas de desempleo que existen en la región y el compromiso firme de no recortar en educación y en sanidad, ya que de no ser así tendríamos que preguntar a Montoro ¿qué niños va a sacar de la escuela?, ¿qué enfermos va a sacar de los hospitales? y ¿a qué personas dependientes va a seguir privando de su ayuda?
No nos extraña que el presidente Fernández Vara amenace con irse. A este paso, con tanta desconsideración e imposición, los extremeños nos quedaremos solos y descompuestos. Y más que Citius, altius y fortius, seremos cada día que pase, más lentos, más pequeños, más débiles.Y sobre todo, más impotentes ante las circunstancias que se nos imponen, porque menuda es la que se avecina.