Ayer la víspera del Día de Extremadura tuvo una doble celebración. La mañana en la Asamblea de Extremadura para que los grupos políticos tuvieran la oportunidad de intervenir por primera vez al mismo tiempo que lo hacía el Presidente de la Junta. Nadie más alto que nadie. La tarde en el Teatro Romano de Mérida. En este acto se entregaron las Medallas de Extremadura y asistimos a un regalo de la Orquesta de Extremadura, la soprano Carmen Solís y el Ballet de Pedro Cruz. Las entregas y los discursos corrieron a cargo de esa otra parte de la sociedad que no suele ser la protagonista. De eso se trata.
Se suele distinguir entre políticos y sociedad civil, y creo que es un error, porque sociedad civil somos todos. Es mucho más sencillo. Que el protagonismo se reparta. Que podamos hablar los que nos presentamos a elecciones y también los que no lo hacen, pero pertenecen a una sociedad organizada en la que ya no cabe repartir papeles de protagonista con los criterios de antaño.
Hubo un momento muy aplaudido de la intervención de Ángeles Durán, cuando se refirió a nuestra posición en términos de PIB y de unos y otros partidos. Añadió luego que si sumaran al PIB otras cosas que no cuentan, como la sostenibilidad ambiental o el trabajo de las mujeres en el hogar, los resultados serían otros. Pero da igual. Era su discurso. Nosotros habíamos abierto una puerta y la libertad se coló por ella para decir exactamente lo que pensaba. Alguno ya ha comentado en las redes que aplaudieron más los de las sillas de arriba que los de las de abajo. No me fijé, pero sí sé que lo hizo porque algunos de los que estábamos en las sillas de abajo habíamos decidido que muchas cosas cambien, entre otras esa. Que lo que se diga sea porque se piense y no por ningún condicionamiento. Y también que la palabra oficial de los actos oficiales, a partir de ahora, la vayamos a compartir.
Fue un acto con intervenciones de mucho calado. Invito al que no pudo seguirlo, a recuperarlo en Canal Extremadura a la carta.
Hoy en GUADALUPE he pasado un gran día junto a extremeños y españoles venidos de muchos sitios. Me fui a dormir anoche a la Puebla tras el acto del Día de Extremadura. Esta mañana a las ocho ya estaba en la Plaza atendiendo a diversos programas de radio y empezó a llegar la gente de todas partes. Esas horas no las cambio por nada en el mundo. Luego miles de peregrinos alrededor de la Virgen de Guadalupe. La foto del día.
He sentido no poder estar en mi pueblo porque me han dicho que el ambiente era extraordinario.
Guillermo
