La asociación Ecologistas Extremadura ha manifestado su «satisfacción» al «comprobar» que en las monterías celebradas en los límites del Parque Nacional de Monfragüe el fin de semana pasado, «por fin ha dejado de cazarse dentro» de dicho enclave.
Según esta asociación, en estas últimas monterías «se dieron instrucciones precisas, desde la dirección del Parque, de que no se podían colocar puestos en los terrenos situados dentro del parque, ya que se realizaban en fincas que tienen terrenos dentro y fuera del mismo».
Este colectivo recalca que se alegra de que «por fin se haga caso a una de las peticiones largamente reiteradas» por la misma, y «respaldada» por la firma de más de 9.000 ciudadanos que –según apunta– recientemente han pedido a los grupos políticos de la Asamblea de Extremadura que dejen de celebrarse monterías en este espacio natural protegido.
Aún así, lamenta que según el plan de acción selectiva aprobado para esta temporada, se puedan seguir realizando acciones cinegéticas de control «tipo monterías» y pide, que para ello, «no se suelten rehalas de perros dentro del Parque, por el impacto que puede suponer para la fauna silvestre y para el turismo en Monfragüe, ya que algunos de estos perros en los últimos años se han quedado vagando por estos parajes durante meses».
Además, solicita que «primero» se hagan estudios para conocer las poblaciones actuales de ciervos en el Parque, «antes de empezar a matar animales», y que estos estudios sean «públicos», teniendo en cuenta los «antecedentes» de «otros muchos» espacios naturales, donde según indica «se ha comprobado que estos controles cinegéticos no son efectivos».
Espera también que se valoren «otras alternativas más ecológicas» como, en concreto, «asegurarse» de que no reciben alimentación artificial, «evitar» la competencia por los pastos con el ganado, «capturar» ejemplares para usarlos para repoblar otras zonas, buscar otros métodos de control «menos cruentos», y «a largo plazo», recuperar sus depredadores naturales, «para que mantengan sus poblaciones a niveles estables», como según el colectivo «ya se ha hecho en otros Parques Nacionales del mundo».