La organización agraria APAG Extremadura Asaja ha advertido de que las consecuencias políticas del «excesivo conservacionismo» provocan «grandes pérdidas» en el sector del cereal en la región, ya que la plaga del «gusano de alambre vuelve a hacer estragos» en las plantaciones.
El pasado año esta plaga afectó a un «gran número» de parcelas y dañó al 30 por ciento de las plantas aproximadamente, aunque este año el número de parcelas es «muy superior» y los daños en algunas de ellas llegan al 80 por ciento.
En nota de prensa, la organización ha informado de que el primer año se hicieron tratamientos puntuales, y ahora «en la mayoría de las parcelas se ha hecho una aplicación de insecticida y en el resto van por el segundo tratamiento, con productos cada vez más potentes que los anteriores, con resultados de difícil evaluación».
Así, se da el caso en algunas parcelas que, después de hacer las labores de siembra, al notar los primeros síntomas de la plaga, se hicieron tratamientos químicos y a continuación de resiembra con el mismo cultivo, «recrudeciéndose el ataque para la segunda siembra».
Este insecto esta calificado como una de las plagas «más perjudiciales de los cultivos» y con un proceso evolutivo de 4 a 5 años, que transcurren a una profundidad de hasta 60 centímetros.
Por lo tanto, el panorama que se divisa para los próximos años a los agricultores de cereal «es desolador», ya que no se trata de una plaga puntual, ha incidido APAG Extremadura Asaja.
De esta forma, ha indicado que en una parcela de la Campiña Sur, un incendio fortuito provocado por una máquina, calcinó los restos de la cosecha anterior en una parte, quedando otra sin arder. Una vez realizadas las labores de acondicionamiento y siembra del total de la parcela, en el trozo quemado, ha nacido el cultivo y se está desarrollando sin ningún tipo de problemas, en el resto de la tierra que no sufrió la «limpieza» del fuego, el ataque del dichoso gusano de alambre hizo necesario repetir la siembra, con un resultado «desastroso».
«Ahora que tanto se habla de seguridad alimentaria, es el momento de plantearse la siguiente pregunta: ¿Que preferimos, más química o el uso controlado del fuego? Ahora que tanto se habla de capturar CO 2, ¿Tendremos los agricultores derecho a emitir un poco, comparado con el mucho que capturamos? o ¿Es que solo pueden emitir, las plantas de biomasa?», se ha cuestionado APAG Extremadura Asaja.
En esta línea, la organización agraria ha remarcado que la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, de no aportar soluciones «rápidas y eficaces», será la «responsable de que desaparezcan las producciones de cereal en la Campiña Sur».