Con la tranquilidad, paz que da lugar este tiempo principio de temporada, He querido estudiar al confirmado fenómeno de la tauromaquia Emilio de Justo y tan mal tratado por las empresas sabiendo que el pasado curso el cacereño ha obtenido sobresaliente “cum laude”, en todas sus actuaciones. Él espada de Torrejoncillo está un poco olvidado en las plazas de segunda y primera. No torea todo lo que se merece por su buen oficio, profesionalidad y calidad. Creo que el torero cacereño es un diestro desaprovechado. Necesita tener un apoderado de categoría que mirase por su carrera.
De Justo, la pasada temporada se desvinculó de la empresa taurina “Ceber Tauro”S.L. regentada por el matador de toros, cauriense Alberto Manuel, después de haber sido llevado como apoderado, una vez rotas las relaciones que le unían con el también matador de toros Luis Alviz.
Emilio, como torero, que antes me gustaba. Actualmente me emociona, por su limpieza, temple, valor, sabiduría, sinceridad y amor propio. Variado con el capote, Con la franela muy puro, profundidad inspiración y plasticidad, son cualidades muy a tener en cuenta. Con la Tizona es todo un cañón. De ahí, que, destaque las virtudes de buen torero que observé en las muchas tardes que le he visto torear, y no fueron otras que: una excelente colocación, acusada personalidad, buen manejo con la capa y meritorias faenas con la muleta por ambas manos, destacando el valor y acierto con la espada. Ejemplo reciente, en Coria o en Hervás, donde mostró, arte, torería, inspiración, con un toreo cadencioso, lento, de manos bajas y trazos curvos. Faenas suaves con empaque y profundidad..
Sucede, que, en dicho torero, concurren virtudes tales como la vocación más profunda, una admirable afición, una amena facilidad en ver a los toros para sacarle partido a sus excelentes condiciones, una inestimable experiencia. Hay que tener mucha fe en él., seguirle donde toree, porque tiene aureola de torero importante y muchas cosas por manifestar y nunca defrauda. Yo añadiría: El toreo en él, resulta una ciencia elaborada por artista. El toreo de arte es el sentimiento transmitido con pasión. Cortar orejas no debe ser el objetivo último del torero, porque el objetivo primero debe ser transmitir emoción al vencer el miedo. Quien así lo hace es un torero artista, caso de Emilio de Justo,. Quien no lo hace es simplemente un torero.
Yo le deseo que sea su arranque en la competición taurina en el escalafón de los mayores en el 2Ol6, muy pronto. Torear en Cáceres va a ser sumamente difícil. Estoy convencido de que sabe torear. Lo que no tengo claro es que tenga la suficiente ambición para llegar a un lugar privilegiado dentro de la torería andante. Amén.