RICCIARDO GANA EN MALASIA. ALONSO SÉPTIMO.

Por fin una carrera entretenida. Un circuito de verdad y una carrera de verdad. Toques, averías, aciertos y fallos estratégicos, multitud de adelantamientos. Buena carrera de coches en Malasia. La prueba tuvo de todo.

Lewis Hamilton había dado una paliza a todos sus rivales en la clasificación del sábado. Medio segundo le metió a su compañero Rosberg y un mundo a los Red Bull que partían en la segunda línea. Se apaga el semáforo. Hamilton sale disparado y por detrás un montón de coches empiezan a posicionarse para encarar la lejana primera curva. A la misma llegan en paralelo Vettel, Rosberg, Max y Ricciardo. Todos no cabían y por un segundo aquello pareció la máquina del millón. Max, Vettel y Nico se tocan. Verstappen lo salva por fuera perdiendo algunos puestos, Rosberg se queda mirando en dirección contraria y Vettel se queda sin suspensión delantera. Que temporada lleva el quejica alemán. Red Bull ya supera a Ferrari y además, Seb no tiene suerte.

Coche de seguridad virtual y lidera Hamilton, seguido de Ricciardo. Button va cuarto y Fernando Alonso décimo. El asturiano había remontado la friolera de doce puestos en cuatro vueltas. Iba adelantando a todo lo que se ponía por delante. El McLaren corre por fin. Impresionante Fernando. Qué ganas de ver a Alonso con el nuevo motor en Suzuka.

En la vuelta 10 se produce una nueva situación de coche de seguridad virtual y comienzan los cambios de neumáticos. Fernando Alonso elige mal el momento y pierde gran parte de lo ganado. No pasaba nada. Visto el ritmo que llevaba, remontaría de nuevo. Hamilton y Ricciardo no cambian pero Max sí que lo hace. Muy bien Red Bull. Con sus dos bólidos segundo y tercero, deciden dos estrategias completamente distintas. Supongo que en Ferrari nadie entendería el motivo.

En la vuelta 21 cambia Hamilton. Verstappen pasaba a liderar la prueba. Lewis empieza a volar. No quería luchar en pista con el joven genio holandés. Si recortaba lo pasaría boxes en el último tercio de carrera. Mientras, Ricciardo competía con un gran ritmo asegurando su segunda plaza y Fernando Alonso seguía a muy buen nivel. Sainz se pegaba con todo el mundo tratando de estar cerca de los puntos con su lento Toro Rosso. Muy buena carrera también del madrileño.

Alonso comenta por radio que si pone duros no llegaría al final. Entra en boxes y pone blandos. Más adelantamientos y a rezar por un nuevo coche de seguridad.

Verstappen caza a Ricciardo y Rosberg a Kimi. Durante un ratito, los dos Red Bull lucharon de tú a tú. Precioso. Ganó el duelo energético el australiano aunque me queda la duda de hasta dónde hubiera llegado Max si no hubiera sido su compañero de equipo el rival. Por detrás, Nico Rosberg le metió su Mercedes a Kimi Raikkonen en una curva lenta. Se tocaron sin consecuencias. Direccion de carrera sanciona, injustamente, a Nico con 10 segundos que a la postre dieron igual porque le sacó más ventaja al finlandés.

Y cuando todo estaba ordenadito, con Hamilton primero y los dos Red Bull escoltándole, una llamarada sale repentina de la parte trasera de su coche, obligándole a la retirada. El Mercedes explotó, como lo hizo el piloto inglés al exclamar un ¡no! Desesperado y cabizbajo abandonó su monoplaza.

Otro coche de seguridad y Fernando y McLaren andan listos y cambian rápido. Ricciardo y Verstappen lo hacen a la vez, lo que le daba la victoria a Dani.

Doblete de Red Bull. Nico tercero, aumentando su ventaja con Hamilton. Fernando llegó el sétimo saliendo el último y superando a su compañero que lo hizo el noveno, y Sainz rozó los puntos.

Próxima estación Suzuka, la casa de Honda y, según cuentan, a Fernando le van a dar muchos más caballos. El podio está muy cerca. El vaso casi lleno.

Así va el mundial: