El torero cacereño Emilio de Justo, que tan mal tratado está por los empresarios españoles en general y los extremeños en particular , y todo, después de haber sido el triunfador la temporada 2Ol5 en nuestra Autonomia. ¡Qué pena ¡ Y qué injusta competencia desleal para aquellos que se afanan en demostrar en el ruedo las reglas clásicas del toreo .Resulta que la pureza, el arte, la personalidad o el valor, virtudes que posee nuestro torero, no es compensada a la hora de figurar en los carteles de las distintas ferias tarinas.
Ahora mismo, con solo dos actuaciones, en la temporada 2.Ol6, todas ellas en el País vecino, se ha convertido en una firme esperanza. Sus faenas fueron un compendio de inspiración, torería, clase y arte. La espada le privó de cortar una tercera oreja a los vitorianos en Mont de Marsan. (alternan con El Cid y Lamela). Ya que, en su primero consiguió los dos apéndices de su oponente. De Justo el sábado en una plaza importante francesa, se rebozo con unas verónicas soberbias y se desmayó con dos medias que hicieron echar humo con los aplausos del respetable, con la franela llevo a cabo una variada tandas de naturales, redondos y pases de adornos.
. Con gran conocimiento de la lidia y su transmisión artística. Yo le deseo que este primero de octubre, sea su arranque en la competición taurina en el escalafón de los mayores, porque estoy convencido de que sabe torear. Lo que no tengo claro es que tenga la suficiente ambición para sacar partido a sus condiciones.