TALAVANTE PROTAGONIZÓ EL AÑO DE SU VIDA, 2016

[Img #53659]Con la tranquilidad, paz que da lugar este tiempo de adviento, de cara a la próxima temporada. He querido estudiar al confirmado fenómeno de la tauromaquia 2ol6. Alejandro Talavante.  Un curso en el que el pacense   ha obtenido sobresaliente “cum laude” .

 

     Alejandro, como torero, que antes me gustaba. Actualmente me emociona, por su limpieza, temple, valor, sabiduría, sinceridad y amor propio. Variado con el capote, Con la franela muy puro, tiene profundidad inspiración y plasticidad, con la Tizona es todo un cañón.

 

    El pacense, ha mejorado mucho en todos los aspectos del toreo, posee una personalidad grande, mucho amor propio, amén, de todo aquello que un torero necesita para ser figura en su profesión, tales como: arte, valor, técnica y estética.

 

     Decía   Belmonte: “el toreo es ante todo, un ejercicio de orden espiritual”, y nuestro paisano suele llevarlo  al máximo grado, con arte, torería, inspiración, con toreo de manos bajas y trazos curvos.

 

      Esta temporada que hemos dejado atrás, desde el mes de marzo hasta octubre, en todas sus actuaciones en los ruedos han sido lecciones de tauromaquia, ha sabido parar, templar, carga la suerte y mandar. Resulta que el clasicismo en los toros no es más   que una personalidad singular dentro de una norma eterna. En esto se basa la tauromaquia de Alejandro. Que tiene aureola de torero importante.

 

      Nuestro paisano, es un torero de arte, que es el sentimiento transmitido compasión. Cortar orejas no debe ser el objetivo último del torero, porque el objetivo primero debe ser transmitir emoción al vencer el miedo. Quien así lo hace es un torero artista, caso de Talavante. Quien no lo hace es simplemente un torero,