A toro pasado todos somos toreros.Digo esto,porque ahora
es fácil opinar sobre lo que teníamos que haber hecho o no.
Que si teniamos que haber empezado antes con las medidas,
Que se tenía que haber ordenado antes el confinamiento,
Que desde el primer día teníamos que haber utilizado las
mascarillas y los guantes etc.et.etc.etc,Seguramente que ,
de haber sido así,hubiese habido un cambio muy grande,
eso está fuera de toda duda.Pero no se puede paralizar
un país y una economía,cuando nadie de los que tenían
que tomar decisiones y esa resolución habían vivído algo
semejante.Era muy dificil.
Hay que tener en cuenta,que esta es una situación muy cambiante
completamente inédita.Lo que uno podía pensar hace una semana hoy
no tiene ningún sentido.Todavía recuerdo a los entendidos cuando nos
decían que el calor minimizaba los efectos del virus,de ser así,con la
oleada de calor que estamos padeciendo estos días en Extremadura
no habría ningún contagiado en nuestra región.Y en Africa no digamos.
Según ciertas noticias,los pobres negritos están muriendo como chinches.
Por eso hay que tener humildad para asumir que no se tiene ni idea
de lo que va a ocurrir.Ni como vamos a salir de esta,si mejores o peores.
Por otro lado,no hay que olvidar que el segundo brote de la llamada
gripe española de 1.918 la cual provocó la muerte de millones de personas,
fue más letal que el primero,precisamente porque la gente se relajó y se
despreocupó ya que era verano, por eso es conveniente extremar las
medidas de seguridad y tomar las debidas precauciones para evitar que
la historia se repita.
Finalmente quiero señalar que yo que soy un perro callejero,
más bien nocherniego y que estuve confinado casi tres meses sin salir
de casa por prescripción médica,debido a la gravísima septicemia
que sufrí,y que me tuvo en una cama de hospital casi cinco meses,estando
al borde de la muerte y también por las incómodas secuelas que vengo
arrastrando desde entonces,se me considera un paciente de alto riesgo.
Ni que decir tiene,que el estar tanto tiempo confinado supuso para
mí un enorme sacrificio,por eso no estoy dispuesto a que por culpa de
cuatro jóvenes y no tan jóvenes descerebrados,indocumentados
e irresponsables me vea obligado a pasar de nuevo por ese duro trance,
después de tomar todas las medidas necesarias que se me indican.
Es inadmisible que por unos irresponsables paguemos las
consecuencias los demás.En este tema hay que ser inflexibles.
Se ha dejado demasiada manga ancha y si algunos todavía no han
escarmentado,pues no habrá más remedio que aplicar medidas más
drásticas y sanciones más severas,a ver si de esa manera el personal
adopta un comportamiento más cívico y deja de ir a su libre albedrío.
Hay que tener bien presente que la única manera que tenemos
de erradicar al dichoso virus de nuestras vidas,es actuando con
responsabilidad.Por eso hay que tener los ojos bien abiertos y no bajar
la guardia bajo ningún concepto, porque todavía no se ha ido,aún permanece
entre nosotros y a día de hoy no sabemos por cuanto tiempo.Pues eso.