acoso2

Acoso escolar y el ciberacoso, realidades que se viven en Extremadura

OPINIÓNPeriodismo humanoVECINOS
Comparte en redes sociales

acosoEl acoso escolar y el ciberacoso son realidades que viven en Extremadura los niños y las niñas y que tienen repercusiones muy negativas en su desarrollo, en su bienestar y en el ejercicio de sus derechos.

El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada, tanto en el aula, como a través de las redes sociales.

Otro de los requisitos, que muchas definiciones consideran como imprescindible para que el maltrato reiterado sea considerado acoso escolar, es la intencionalidad, concepto también difuso y difícil de demostrar.

Desde AEPAE ( Asociación Española para la prevención del acoso escolar)  se considera que este requisito no debe ser delimitador del acoso escolar, ya que una víctima puede estar sufriendo maltrato sin que los victimarios sean conscientes de ello, al tomar como un juego el burlarle, excluirle o agredirle.

Otro requisito técnico  ampliamente aceptado es el desequilibrio de poder, aspecto con el que AEPAE también está en  desacuerdo. Si bien es cierto que durante cualquier proceso de maltrato reiterado se produce el empoderamiento del victimario y una pérdida paulatina de la autoestima de la víctima, este desequilibrio no siempre es perceptible, sobre todo cuando hablamos de maltrato psicológico.

Intencionalidad y desequilibrio de poder, son circunstancias que se producen en la mayoría de los casos, pero no deben ser considerados como imprescindibles.

 

Un indicador objetivo de que el conflicto entre iguales puede denominarse acoso escolar, es que la vida normal del niño o adolescente se vea perjudicada y alterada por este maltrato reiterado. Cuando la víctima tiene la expectativa de que el maltrato va a producirse de nuevo, podemos llegar a la conclusión de que este maltrato SÍ es acoso escolar.

 

El 90% del acoso escolar es psicológico –hostigamiento verbal, intimidaciones, amenazas, coacciones, exclusión social, bloqueo y estigmatización-.

Si los daños físicos son heridas y hematomas de diversa gravedad, los daños psicológicos pueden ser estrés postraumático, depresión, somatización, ansiedad, ideación suicida, cambios en la personalidad, y disminución de la autoestima y del rendimiento escolar.

La incidencia del acoso escolar según el informe Cisneros realizado en el año 2009, señala que uno de cada cuatro escolares sufre acoso escolar. Sin embargo, debido al auge de las nuevas tecnologías como medio de desarrollo del ciberacoso, este porcentaje puede ser aún mayor.

Los elementos que intervienen en el acoso escolar son el acosador, la víctima y los observadores. El acosador pretende obtener un rédito, un beneficio de este comportamiento –popularidad, poder, etc-, y no cesa en su cometido si no tiene ninguna sanción. La víctima sufre a menudo en silencio esta situación. Los observadores pasivos, legitiman el acoso. Algunos pueden participar en el mismo como colaboradores y otros sencillamente observan el proceso sin intervenir.

 

acoso1Cualquier niño o adolescente puede ser víctima de acoso escolar. No existe un perfil determinado ni de víctima ni de acosador. El proceso de acoso suele desencadenarse cuando se pone a un niño en el foco de atención del resto del grupo y otro compañero le maltrata física o psicológicamente.

El acoso escolar sigue un proceso sumatorio y crece como una bola de nieve cayendo por la ladera de la montaña: se hace cada vez más grande si no encuentra nada que la detenga. Suele ser muy común que el acoso inicial sea verbal, para desembocar en el acoso físico.

El ciberacoso puede desempeñar el papel de caja de resonancia del acoso que se produce en persona o también ser el punto de partida, mediante la distribución de una grabación ofensiva hacia la víctima. En cualquier caso el ciberacoso amplifica el acoso escolar de manera exponencial. La víctima ya no solo es acosada en el horario escolar, sino las 24 horas del día.

El acoso escolar no es un juego entre escolares. Es algo muy serio que puede marcar a un niño para toda la vida, e incluso inducirle al suicidio.

Educarse en un ambiente seguro, para que el aprendizaje sea posible, es un derecho que tienen los niños y las niñas. Ellos deber ser protegidos de todas las formas de violencia.
Muchos niños en nuestra región están expuestos a diferentes formas de violencia ;en su hogar, en las redes sociales, en espacios públicos, en la escuela y en otros lugares.
Algunas de estas acciones son ejercidas por adultos, pero también se dan situaciones de violencia que tienen lugar entre chicas y chicos.

En el acodo escolar tanto la víctima como el agresor son niños y su protección debe ser prioritaria.

Es muy difícil cuantificar los casos de acoso y ciberacoso, así como saber calibrar este fenómeno. Aún así, según los últimos datos publicados en nuestro país por Save the Children , la realidad del acoso y ciberacoso se plasma en las siguientes cifras:

– 6 de cada 10 niños reconocen que alguien les ha insultado en los últimos meses.
-1 de cada 10 estudiantes considera que ha sufrido acoso.
-El 7% de los chicos y chicas considera que ha sufrido ciberacoso.
-Casi un 30% de los niños afirma haber recibido golpes físicos.
-Más de la mitad de los chavales ha sido insultado directamente.
-Más de 1 de cada 3 niños ha sido insultado por el móvil.
-La mitad de los adolescentes reconoce haber insultado algún compañero o compañera.
– 1 de cada 3 chavales ha agredido físicamente a otro alumno.
– 1 de cada 4 niños ha insultado usando internet o el móvil .
-Casi 1 de cada 10 estudiantes ha amenazado a otro chico o chica.

 

Según este informe los colectivos más vulnerables son las chicas y los más jóvenes, estudiantes del primer ciclo de la ESO.

La Asociación Española para la prevención del acoso escolar AEPAE, considera que los niños son el futuro de la sociedad y ayudarles a crecer felices es tarea de todos. Por este motivo AEPAE es la fundadora  e impulsora del primer Plan Nacional para la Prevención del acoso escolar, desde hace más de 15 años, se ha centrado en atender tanto a las víctimas de acoso escolar, así como a los adolescentes que ejercen el  maltrato, al tiempo que trabajan en la formación de padres y madres, equipo docente, y alumnos/as en la identificación de casos y en la manera más efectiva y educativa de tratarlos: trabajando la sensibilización , la prevención y la intervención.

Recientemente se ha consolidado un grupo multidisciplinar de profesionales de distintos ámbitos, que pretende desarrollar en Cáceres este novedoso Plan en los centros educativos.

El día 2 de mayo se celebra el Día Mundial Contra el Acoso Escolar, y con motivo de esta fecha tan significativa, se pretende concienciar a la población sobre este problema.  El color del lazo representativo es el púrpura.

 

Angélica Romo Díaz.

Educadora Social de AEPAE Cáceres.

aepae

 


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *