El cementerio militar alemán sito en Cuacos de Yuste, al norte de la provincia de Cáceres, y que es el único de estas características que existe en España, ha sufrido esta madrugada varios actos vandálicos.
El alcalde de Cuacos, José María Hernández ha sido quien ha informado de este suceso, al concretar que se han llevado a cabo varias pintadas en el muro exterior, concretamente una diana y una frase en la se lee “Ni nazis con honores”, además de destrizar nueve cruces de enterramiento.
Los hechos ya han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que ya está investigando este caso así como de la Embajada de Alemania en España, que se encarga del mantenimiento del camposanto germano a través de una asociación.
Es este el primer incidente que sufre el cementerio desde su apertura en el año 1983, que alberga restos de soldados de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial , en concreto están 180, 26 muertos durante la Primera Guerra Mundial y otros 154 en la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente militares jóvenes.
EL CEMENTERIO ALEMÁN DE YUSTE
El cementerio alemán consta de casi 4.000 metros cuadrados repletos de robles y alcornoques, Además de las tumbas de los caídos. Al lado de la carretera que sube al monasterio, una pequeña muralla da paso a un sendero que conduce hasta la capilla.
Grabadas en las cruces puede leerse el nombre del militar, su rango y el día del fallecimiento. Bajo ellas se encuentran sepultados aviadores y marinos alemanes de la I y II Guerra Mundial que llegaron a las costas y tierras españolas debido a naufragios o al derribo de sus aviones: 26 de la I Guerra Mundial, 129 de la II, la mayoría pertenecientes al Ejército del Aire y a la Marina de Guerra. También los hay desconocidos.
Destacan los 52 tripulantes de diversos submarinos: 38 fallecidos en el hundimiento del U-77, cinco pertenecientes al U-966, un tripulante del U-760, otro del U-454, uno del U-447, cinco del U-755, uno del U-955 y uno del U-39 de la I Guerra Mundial, así como numerosos pilotos y tripulantes de la Luftwaffe.
No todos los soldados enterrados perecieron en el campo de batalla; algunos lo hicieron por accidente o causas naturales. Como los que en 1944 se encontraban en Francia y que se refugiaron en nuestro país, donde fueron confinados en diferentes lugares. Otros soldados de la I Guerra Mundial recibieron sepultura en Zaragoza, Las Palmas, Madrid y Alcalá de Henares.
En junio de 1980 comenzaron las obras del camposanto. Al mismo tiempo, una joven empleada de la embajada alemana en España iniciaba la búsqueda de las tumbas de todos los soldados germanos que se hallaban distribuidas por el país con el fin de trasladarlos al cementerio de Cuacos de Yuste.
El cementerio se inauguró en junio de 1983 con una misa oficiada conjuntamente por un sacerdote protestante y el abad del monasterio de Yuste. Ninguno de los enterrados perteneció a la Legión Cóndor que luchó en la Guerra Civil española.
Veinticinco fosas no guardan cuerpo alguno, debido a que los mismos habían sigo depositados en osarios comunes o se desconoce su destino. Son las cruces que llevan la inscripción In memoriam.
A 500 metros emerge como un legado imponente el monasterio de Yuste, que sirvió de retiro físico, sensorial y espiritual de Carlos V, el que había sido rey de España y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.