La eficiencia energética es el principal foco de una smart city o ciudad inteligente. Las ciudades se componen de miles de elementos y, hoy en día, no existe infraestructura o área de gestión que no pueda beneficiarse del uso de la tecnología. Un ejemplo de ello son las farolas que, gracias a sensores inteligentes, atenúan la intensidad de la luz cuando no hay peatones ni coches cerca. Cada vez más ciudades del mundo apuestan por un desarrollo eficiente, configurándolas como habitables a la par que sostenibles.
¿Qué debe tener una ciudad para ser inteligente?
Datos relevantes a tener en cuenta en este panorama anteriormente descrito: cada día más de 180.000 personas se trasladan a la ciudad para vivir. La OCDE prevé que para el año 2050, fecha en la que la UE se ha propuesto la agenda de emisiones cero, la población mundial llegará a los 9.000 millones de personas, de las que un 70% vivirá en ciudades. Actualmente, las grandes ciudades consumen más de tres cuartos de la producción de energía del mundo y generan el 60% de los gases de efecto invernadero (datos recogidos en este estudio de Iberdrola).
Esta situación ha creado conciencia en los diferentes países del mundo y los estados han unido sus esfuerzos para desarrollar innovación tecnológica apoyada en tecnologías TIC y el big data para reducir las consecuencias del cambio climático.
Según Iberdrola, para que una ciudad normal se convierta en inteligente debe tener en cuenta estos 12 aspectos:
- Empleo eficiente de las tecnologías de la información y comunicación (TIC)
- Automatización y control de edificios
- Movilidad urbana y transporte público sostenible
- Planificación urbana eficiente
- Gestión inteligente de los residuos sólidos
- Mejora de la sostenibilidad ambiental
- Preocupación por el entorno social
- Tecnologías aplicadas a la educación
- Tecnologías aplicadas a la salud
- Sistema de comercio electrónico
- Transparencia entre gobiernos y ciudadanos
- Datos compartidos: Open Data
Barcelona, entre las 5 mejores ciudades inteligentes del mundo
La consultora Juniper Research y el gigante tecnológico Intel elaboran cada año el Smart City Index, estas son las cinco ciudades inteligentes que quedaron primeras según el último informe. Destacamos los aspectos que ponen de manifiesto la eficiencia de estas ciudades:
Shanghai. Se trata de la primera ciudad en disponer de cobertura del 99% de 5G mediante fibra óptica. El estado de Shanghai facilita a sus 14,5 millones de habitantes herramientas eficientes para llevar a cabo diferentes tareas administrativas. Una de ellas es la plataforma Shanghai´s Citizen Cloud a través de la cual sus ciudadanos pueden hacer uso de más de 1.000 servicios diferentes de la ciudad.
Seúl. La capital de Corea del Sur también fue elegida entre las primeras ciudades inteligentes de nuestro planeta, en este caso en los premios World Smart City que se celebraron en Barcelona durante el Salón Smart City Expo World Congress. Seúl logró alcanzar este galardón gracias a su plataforma ‘Smart Seoul’, “centrada en las políticas de inclusión digital que garantizan los cinco derechos digitales básicos (comunicación, movilidad, educación, seguridad y utilización de la tecnología), y proporcionan servicios digitales adaptados a personas socialmente vulnerables”, según informaba la cadena Cope hace un par de semanas.
Barcelona es la única ciudad española que forma parte de la élite de las cinco mejores ciudades inteligentes del mundo. Y lo ha conseguido gracias a un sistema de transporte público que apuesta por las energías renovables: así por ejemplo, a partir del año que viene todas las estaciones de metro tendrán iluminación LED, se han colocado paneles solares en las marquesinas e implementado una red de rutas diagonales, verticales y horizontales. Esto último en particular permite que el viajero solo tenga que realizar un máximo de un transbordo entre dos destinos de la ciudad, en la práctica totalidad de sus desplazamientos. Barcelona también ha sido reconocida por su intervención en otros ámbitos, como el de los residuos urbanos, la iluminación o la gestión de sus plazas de parking. Se han dispuesto contenedores inteligentes en los que los ciudadanos depositan sus basuras, utilizando para su eliminación un sistema de vacío que aspira los residuos de manera subterránea. Además, todo el sistema de alumbrado público se basa en LEDs, y se han instalado sensores de aviso de aparcamientos libres que permiten reducir las emisiones por parte de conductores en busca de aparcamiento.
Beijing. La ciudad china de Beijing se ha encaramado al cuarto puesto de las ciudades más inteligentes del mundo gracias a servicios como la tarjeta virtual que permite a sus habitantes el gestionar sus documentos oficiales o el pago a través de móvil en los transportes públicos. También ha demostrado acciones encaminadas a reducir el cambio climático, como el cierre en 2018 de 2.500 empresas contaminantes.
Nueva York. La única ciudad norteamericana del top 5 de smart cities mundiales. Nueva York es una de las urbes que más cantidad de basura genera: en este sentido, en 2020 se lanzó un sistema piloto en el que, a través de sensores inteligentes, se recogían datos para hacer más eficiente la gestión de los residuos. Asimismo, han logrado reducir las emisiones de dióxido de azufre en más de un 70% gracias a los datos sobre la calidad del aire recogidos por vehículos equipados con sensores (que funcionan por energía solar) en el Bronx. Nueva York cuenta, además, con un sistema de lectura automática de los contadores de luz y agua y se ha mejorado la eficiencia de recogida de basura gracias a chips y contenedores alimentados con energía solar.
