A pesar de las altas temperaturas sufridas en este verano en Extremadura, Bodegas La Pelina cuida de sus viñedos y miman la uva desde el nacimiento, algo que les permiten controlar todo el proceso optimizando y cuidando la calidad.
Esta Bodega familiar, que ya va por la cuarta generación mantiene la vendimia de forma tradicional para que sean las manos expertas de todo el equipo las que cuiden y mimen este producto único en la zona; además, desde la dirección de Bodega se apuesta por la vendimia de noche «para que las uvas lleguen frías y se puede realizar las maceraciones prefermentativas en frío», Antonio Fernández Cordero recuerda que las uvas llegan con una temperatura inferior a los 10º, algo que le impregna a esta zona una cualidad especial y diferente.
En Matanegra se vendimia más tarde que en el resto de las zonas vitivinícolas de Extremadura, las condiciones orográficas, climatológicas y las lluvias permiten un retraso madurativo en la uvas que permiten que estén más tiempo en las cepas.
Este retraso permite que la uva otorgue un mayor aroma al vino, del mismo modo que tienen una mayor concentración de taninos y antocianos que repercute directamente en la intensidad del color.
