Mérida, 27 de septiembre de 2024.- Extremadura ha registrado cinco nuevos focos del serotipo 01 de la enfermedad de la lengua azul, elevando la cifra total a seis desde que se detectara el primer caso en Almoharín, Cáceres, este lunes. Las alarmas se han encendido entre los ganaderos de la región, que enfrentan un panorama crítico ante las implicaciones sanitarias y económicas de este brote.
Los nuevos casos se concentran mayoritariamente en la provincia de Cáceres, con dos focos en Torreorgaz y otros dos en Santa Marta de Magasca. El quinto se ha localizado en Oliva de la Frontera, en Badajoz. La noticia no ha tardado en impactar a la comunidad ganadera, que se siente cada vez más amenazada por la propagación de esta enfermedad vírica, que ha empezado a provocar abortos y muertes en el ganado.
La Feria Internacional de Zafra en el ojo del huracán
A raíz de la aparición del primer foco en Almoharín, la Administración ha tomado medidas drásticas. La Feria Internacional Ganadera de Zafra, uno de los eventos más significativos del sector en España, ha quedado desprovista de ganado vacuno, ovino y caprino. Con las puertas del evento abiertas desde este jueves, el ambiente es tenso y cargado de incertidumbre. Ganaderos y expositores, acostumbrados a mostrar lo mejor de su cabaña, se ven ahora obligados a afrontar un evento sin su esencia.
La consejera de Salud y Servicios Sociales de Extremadura, Mercedes Morán, ha confirmado que la Junta está en contacto con laboratorios farmacéuticos para adquirir las vacunas necesarias. Sin embargo, la falta de stock de vacunas para ambos serotipos ha generado un estado de alarma, complicando aún más la situación.
La voz de los ganaderos
El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, ha alzado la voz ante la gravedad del problema. En una rueda de prensa, no ha escatimado en palabras para describir la situación: “Estamos hablando de muertes y abortos en el ganado, y las consecuencias económicas son devastadoras”. La organización agraria ha instado a las administraciones a dejar de lado las disputas y colaborar de manera coordinada para frenar la propagación de la lengua azul.
Huertas, junto a Lorenzo Ramos, secretario general de UPA a nivel nacional, ha recorrido la feria y ha sido testigo del desánimo que se respira entre los ganaderos. “El proceso de vacunación no será rápido, necesitamos millones de dosis y, desafortunadamente, no las hay en el mercado”, ha enfatizado, subrayando la urgencia de actuar.
La lengua azul, que afecta principalmente a rumiantes, es transmitida por picaduras de mosquitos del género *Culicoides*. En 2016, se registraron los últimos focos del serotipo 01 en la región, y ahora, tras varios años sin incidentes significativos, su regreso plantea un desafío mayúsculo. La preocupación no es solo por la salud animal, sino también por el impacto económico en un sector que ya enfrenta dificultades.
Las advertencias de Huertas son claras: “Las vacunas deben ser garantizadas por las administraciones, no pueden ser un gasto para los ganaderos, que ya enfrentan costos adicionales por desinfección y tratamientos”. La necesidad de apoyo es inminente, y el tiempo juega en contra.
El futuro incierto
Con la Feria Internacional de Zafra como telón de fondo, la situación de los ganaderos extremeños es un recordatorio del delicado equilibrio entre la salud pública y la economía agraria. La comunidad espera que las administraciones actúen con la rapidez y eficacia necesarias para contener este brote y garantizar la salud de su ganado.
