La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo de las administraciones públicas en Extremadura exige al alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, la aplicación de medidas de protección para todos los trabajadores municipales ante la nueva situación que presenta la pandemia producida por la Covid19 en la ciudad de Badajoz.
La Central Sindical critica la actitud del alcalde ante la situación de gravedad que se está viviendo en la ciudad pacense, cuyo brote epidémico se ha acelerado en los últimos días, y que preocupa especialmente por ser el municipio más poblado de la región. Para ello, la Junta decidió retroceder a la fase 2 desde el pasado lunes y, en principio, hasta el 5 de octubre, si las cifras mejoran.
El CSIF critica especialmente que Fragoso “no haya anunciado un paquete de medidas de protección para los empleados del consistorio y para los usuarios de los servicios municipales” y considera una prioridad que en el Ayuntamiento de Badajoz se vuelva al sistema de cita previa para la atención al ciudadano y se implante nuevamente el teletrabajo mientras duren las restricciones. Esto último se exige particularmente “para garantizar la protección de la salud de los empleados públicos”, sobre todo para los grupos más vulnerables, y hacer así posible la conciliación familiar y laboral.
Para ello, CSIF insiste en la realización de pruebas diagnósticas de la Covid19 para los trabajadores de todos los servicios del ayuntamiento y recalca que es necesario hacerles estas pruebas para detectar la enfermedad y así «favorecer su protección y conocer el número de trabajadores inmunes a la misma».
Las limitaciones para intentar atajar el rebrote que sufre la ciudad de Badajoz se sienten especialmente en los bares y cafeterías, donde sólo puede haber un 40% de mesas ocupadas en el interior, y el 50% en las terrazas. También hay limitaciones en el comercio, que reduce el aforo de sus tiendas al 40% y en el caso de los mercadillos sólo podrán acceder un tercio de los usuarios. Las reuniones de familiares y amigos se limitan a un máximo de diez personas.
Las restricciones no afectan a la movilidad de los pacenses, que podrán entrar y salir de la ciudad sin ningún tipo de limitaciones. Las medidas se aplicarán durante los próximos 14 días, por lo que serán de obligado cumplimiento hasta el 5 de octubre, de momento.
