Ecologistas en Acción de Extremadura ha denunciado la corta a matarrasa de más de 120 árboles, fresnos y alisos principalmente, en la ribera del río Jerte a su paso por Casas del Castañar, en el paraje denominado Navalmolino.
Dichos árboles se encontraban en una zona de alto interés natural pertenecientes al “ZEC (Zona de Especial Conservación) de los Ríos Alagón y Jerte” incluido en la Red Europea de Espacios Naturales Natura 2000. Estas formaciones de árboles constituyen hábitats prioritarios de interés comunitario: 91E0* Bosques aluviales de Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior (Alno-Padion, Alnion incanae, Salicion albae) que albergan una interesante comunidad de fauna y flora, además de proteger las riberas del río de la erosión y controlar las fuertes avenidas en épocas de fuertes lluvias.
Según ha tenido conocimiento esta asociación, al parecer, se solicitó una corta de árboles por posible peligro de caída, pero en vez de cortarse los pocos árboles que fueron marcados en un principio, se han cortado a matarrasa más de 120 ejemplares centenarios, enormes árboles sanos y fuertes, con la única intención de venderlos para la fabricación de combustible de biomasa.
Ecologistas en Acción de Extremadura quiere denunciar la permisividad y dejación de funciones que han adoptado las diferentes administraciones (Confederación Hidrográfica del Tajo y Junta de Extremadura) en la corta de árboles en el río Jerte, a pesar de ser un espacio protegido y afectar a comunidades vegetales protegidas por la legislación europea de la Directiva Hábitats.
Los bosques de ribera tienen una gran importancia medioambiental por proteger los terrenos adyacentes de las fuertes lluvias, albergar una gran biodiversidad, servir de recarga de los acuíferos, depurar de forma natural las aguas, atenuar los calores del verano, absorber C02 en su lucha contra el cambio climático y, en el caso concreto de las alisedas, fijar Nitrógeno atmosférico.
Por todo ello, desde Ecologistas en Acción de Extremadura se reclama un mayor control en la ejecución de las autorizaciones de talas, así como más sensibilidad y protección de los bosques de ribera y, en particular, del bosque de ribera del río Jerte.