presa de jerte
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Con las abundantes lluvias acontecidas en diciembre del pasado año y primeros de enero del presente, la presa del Jerte (59 Hm3 de capacidad) que abastece a Plasencia, ha alcanzado casi un 88 % de su volumen máximo de almacenamiento y se ha visto obligada a desembalsar agua, cosa que no se hacía desde hace bastante tiempo.

Se alivia agua por razones de seguridad, para mantener un resguardo que permita laminar posibles futuras avenidas, en una cuenca que tiene elevada pluviometría en cabecera y que presenta un tiempo de concentración bastante reducido. El tiempo de concentración es el tiempo que una gota de agua que cae en el extremo más alejado de la cuenca, tarda en llegar al punto de salida (en este caso a la presa).

Hasta aquí todo normal, salvo lo sorprendente de una noticia en los medios de comunicación adicional al desembalse: “Plasencia se ve obligada a cerrar el acceso a parques y zonas cercanas al cauce del río Jerte, debido a que se han inundado cuando se ha efectuado el desembalse último desde la presa”. La información se ilustra en los medios, con fotografías del río Jerte desbordado, e invadiendo los parques situados en sus proximidades.

Y uno se pregunta ¿siempre que se ha aliviado agua de la presa han ocurrido estas inundaciones? ¿se ha tenido que desembalsar con el máximo que permite el aliviadero de labio fijo y los desagües de fondo? ¿se podía haber regulado el desembalse, de modo que no hubiese inundaciones de los parques aledaños al río en Plasencia? ¿existe algún modo de evitar estas inundaciones?

Y la pregunta del millón y donde creo que radica la clave del problema ¿el álveo o cauce del río Jerte entre la presa y Plasencia y a lo largo del tramo urbano del río que afecta a la ciudad, ha reducido con el tiempo su sección hidráulica por invasión de sedimentos, maleza, árboles y arbustos, de modo que es incapaz de evacuar la avenida que produce el desembalse?

Supongo que cuando se diseñó la presa en cuestión, la capacidad de desembalse máximo estaría acorde con la capacidad de evacuación máxima del cauce del río Jerte aguas abajo de la presa, especialmente para evitar las inundaciones en Plasencia. No resulta lógico que cuando la presa alivia agua, una ciudad de 40.000 habitantes pueda verse afectada. Eso no es razonable, ni técnicamente admisible.

Yo creo que el problema radica en que el Ministerio de Transición Ecológica, abducido por las tesis de ecologistas radicales, ha optado por no actuar sobre los cauces de los cursos de agua mediante su limpieza y acondicionamiento. Y estas son las consecuencias de esta desacertada política.

Pregunta ¿cuánto tiempo hace que no se actúa en el cauce del río Jerte entre la presa y el final del tramo urbano del río en Plasencia? Me temo que hace mucho tiempo. Ya que si se hubiera actuado estas inundaciones de los paseos placentinos cercanos al río no se hubieran producido.

Siguiendo las tesis ecologistas de dejar los ríos a su funcionamiento natural, sin intervenir sobre ellos, en Plasencia ya pueden irse preparando pues con el transcurso del tiempo y la falta de actuaciones sobre el cauce del Jerte, la sección hidráulica irá disminuyendo, la capacidad de evacuación de agua del río será cada vez menor y el área inundada aumentará.

Luego basta con echar la culpa a la proximidad de las construcciones a los cauces, que desde luego hay que regular y evitar, y ya nos quedamos tranquilos y todos felices y contentos. Y así hasta la próxima inundación.

Este problema no es exclusivo de Plasencia. Hay muchas otras ciudades donde ocurre. Un ejemplo es Zaragoza en donde el río Ebro llega a invadir zonas urbanas en cuanto la avenida es un poco mayor de lo normal. Creo que llega hasta el recinto de la Expo del Agua. Por no hablar de los miles de hectáreas de uso agrícola y ganadero que se inundan. En los últimos tiempos la presión social ha llevado a la Confederación Hidrográfica a tener que realizar labores de acondicionamiento del río, para tratar de evitar estos problemas.

A mí me parece acertado que se busque el mantenimiento de la biodiversidad en los cauces de los cursos de agua, pero esto tiene que ser compatible con que no se produzcan inundaciones que afecten a personas, ni a bienes públicos o privados. Y especialmente esto hay que tenerlo en cuenta en los tramos urbanos de los ríos y arroyos, que son los que pueden ocasionar afecciones con daños más graves y alto riesgo de que los mismos puedan afectar a personas. Recuerden los casos extremeños de inundaciones en Badajoz y Valverde de Leganés en noviembre de 1997, que se cerró con más de 20 muertes.

Creo que el Ministerio competente en el agua habría de llevar a cabo un programa de acondicionamiento de cauces a nivel nacional, de modo que problemas como el de Plasencia o Zaragoza se eliminen de una vez por todas. Aunque el medio ambiente sufra un poquito. Porque si no lo hacen sufrirán los ciudadanos.

Pero con este Ministerio todo es posible porque su grado de ideologización ecológica es de tal calibre, que parece que para este departamento el medio ambiente ha de predominar sobre los intereses de los ciudadanos.


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