julia Mayoral Marquez

El Archivo Provincial pacense dedica el documento de mes a Julia Mayoral, der Alange, una de las primeras alcaldesas de España

BADAJOZ
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El Archivo Provincial quiere conmemorar el Día Internacional de la Mujer con el documento del mes que tiene como protagonista a Julia Mayoral, una de las primeras mujeres designadas como alcaldesa, en concreto de Alange, en el pasado siglo. Entonces, este cargo estaba reservado casi en exclusiva a los hombres.

Esta es una de las acciones que se incluyen en el programa ‘Marzo violeta’ organizado por la Diputación de Badajoz.

El documento es el libro de actas de sesiones celebradas por el pleno en el período de 1932-1933. Los folios del 29 al 48, en los que se centra el documento recoge parte de las actas del año 1933.

El 26 de enero de 1933 se celebraron dos plenos en el mismo día. En la primera sesión se certifica la disolución de la corporación y se da paso a formar un nuevo gobierno en comisión gestora. Entre ellos se encontraba Julia Mayoral, hecho destacable ya que era algo inusual que una mujer formara parte de la vida política en aquella época.

La segunda sesión tenía como objetivo único nombrar alcalde. El cargo recayó en Julia Mayoral . En el momento en que fue elegida, Julia tenía 30 años. Su toma de posesión no pasó desapercibida por la prensa nacional que se hizo eco del resultado de la elección.

Aunque en el momento de su nombramiento parecía adverso para la primera edil, ésta supo ganarse al pueblo de Alange en muy poco tiempo por las medidas adoptadas.

Los problemas más graves de la localidad eran la recesión económica general que afectaba especialmente al sector agrícola, y el alto analfabetismo en Alange que alcanzaba al 60% de la población.

Tan sólo cinco días después de tomar posesión del cargo, puso en marcha medias necesarias y contundentes destinadas, fundamentalmente, a luchar contra el paro. Para ello creó un Negociado Social y acordó que la décima del paro obrero forzoso se invirtiese en el arreglo de las calles del municipio.

Dada la escasez de fondos del Ayuntamiento, solicitó a los vecinos que costearan las obras y, aunque algunos interpusieron recurso de reposición, se ratificó el acuerdo y las obras se realizaron con el dinero recaudado. Además, el jornal medio del bracero se estableció en tres pesetas y cincuenta céntimos.

En  las actas de sesiones, queda constancia de que Julia Mayoral se valió de todos los recursos que tenía para mejorar la situación tan precaria de trabajo que azotaba al municipio. Para ello se reunió con el gobernador civil con el fin de que se reactivase la construcción del camino vecinal entre Alange y Mérida. El objetivo era remediar la crisis obrera y solicitar la inclusión de los menores en el censo obrero.

En cuanto a la crisis en el campo, la corporación, al amparo de un decreto del Gobierno central, se apresuró a realizar un censo sobre el número de obreros campesinos que se encontraban en ese momento en paro forzoso. También aporta una relación de fincas rústicas que no habían sido explotadas por sus propietarios. Eran fincas arrendadas y explotadas para el ganado y no a labores agrícolas.

Hacía constar que todos estos arriendos cumplían sus contratos en fechas próximas, y si se parcelaban podrían dar trabajo a más de 150 familias.

En definitiva, el ejercicio de Julia Mayoral como alcaldesa de Alange no pasó desapercibido. Además de ser una de las primeras mujeres en esta época en ejercer ese cargo, lo que prevalece en el tiempo son las actuaciones que pudo realizar estando al frente del Ayuntamiento. Fue reconocida por la corporación entrante.


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