Con pena y resignación vemos como el Gobierno Municipal de Cáceres no se atreve a cambiar los nombres de las calles de la ciudad dedicadas a precursores del fascismo y franquistas o falangistas, porque…NO EXISTE UNANIMIDAD ENTRE LOS GRUPOS POLITICOS DEL AYUNTAMIENTO.
Así, es curioso ver como a Miguel Primo de Rivera y José Calvo Sotelo, Cáceres le sigue dedicando dos de sus espacios públicos más importantes, cuando deberían haber desaparecido del callejero hace años. Continuarán así con sus Avenida y Parque en Cáceres, mientras tanto calentemos el sillón y cobremos el suelo mientras solo nos preocupamos de repetir en buen puesto, más apretados, para el 26 de mayo; una pena.
Podríamos creer que es una finta política de quienes no quieren hacerlo por motivos ideológicos o de cualquier otro tipo, pero no consideramos esta la razón. No se atreverían a tanto por aquello del miedo a ser vinculados con las dictaduras…pero no es eso, no. Lo que pasa en realidad es que quien no hace nada no se equivoca, que es más fácil pasar por el cargo sin pena ni gloria que con alguna de estas cargas o satisfacciones en la mochila, que si no pasa nada me aseguro el puesto y el sillón, que estamos ante una medida y calculada forma de hacer para pasar por desapercibido y no tener ni dar problemas porque el motivo de estar en política no es el servicio público, el compromiso de mejorar la vida de tus conciudadanos, sino el de servirse de la política, de la que se ha hecho una forma de vida, para tener una actividad remunerada, en la que no se exigen resultados ni productividad.
Así, no hay tensión, no hay proyecto, no hay ideas, no hay capacidad ni interés en innovar o hacer cosa alguna, solo pasar tristemente sin dejar huella, no verse metido en conflictos y tocar lo justo para no salir de lo políticamente correcto y no hacer nada en lo que pueda yo equivocarme; es decir, no hacer nada…lo propio del gobierno de los mediocres que posiblemente si salen de las listas electorales, la mayoría de sus miembros acabaría directamente en el desempleo, pues no saben nada y en nada han trabajado, y entendiendo bien el servicio público, es decir la política, ésta no es un trabajo, ni comporta una relación laboral, ni nunca debería haberse equiparado a estas circunstancias con sus deberes y obligaciones-
La política, es decir el servicio público, es un ejercicio de responsabilidad ciudadana de gobierno de lo público que se ejerce libremente y al que nadie está obligado, dedicación que debe ser justamente retribuida, pero no asimilada con una actividad profesional, trabajo o empleo. Claro está que los mediocres no quieren nada de esto y por eso estamos como estamos, no quieren a personas brillantes, decididas y comprometidas en las listas porque les ponen en evidencia, y estas personas, personajillos de tres al cuarto más bien, vista la situación, quieren el servicio público cuanto más lejos mejor; y cuando alguno intenta implicarse es anulado en una maraña de conflictos y enredos de partido que acaban con su paciencia y vocación, esta sí verdadera.
Lo correcto, lo inteligente, lo lógico, lo cabal, lo actual, lo que estaría conforme a la convivencia entre TODOS, sería adoptar soluciones aparentemente fáciles no solo en el caso que nos ocupa sino en aquellos que afectan a la vida de las personas, pero dichas soluciones se complican por no abordar ni siquiera histórica y cabalmente, y con fundamento, decisiones que la mayoría aplaudiría, ya que esta democracia que vivimos está subyugada más a los interés personales y parciales que a los colectivos y de sentido y bien común.
CONTEXTO ACTUAL, Grupo de análisis político y social, formado por especialistas en diversas materias, de carácter crítico, preocupado por la situación actual.
