En un giro sorprendente de los acontecimientos, la Guardia Civil ha detenido a un párroco de Don Benito y a su pareja sentimental en el marco de una investigación contra el tráfico de Viagra y otros potentes afrodisíacos. El párroco es el cura de la parroquia de San Sebastián y las detenciones tuvieron lugar el pasado lunes.
La operación continúa abierta y se ha decretado el secreto de las actuaciones. Ambos detenidos han pasado este martes a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Don Benito tras ser trasladados por efectivos de la Guardia Civil hasta la sede judicial.
El cura ha sido puesto en libertad con cargos y su pareja ha ingresado en prisión comunicada sin fianza.
Aún se desconoce quién suministró estos productos al párroco y a su pareja, por lo que las investigaciones continúan. La clientela de los detenidos fue aumentando progresivamente, lo que se reflejó en un notable incremento de su nivel adquisitivo. Según fuentes de Espejo Público, se observó una mejora en la economía de ambos detenidos, evidenciada en la adquisición de coches, viajes y, por supuesto, la compra de más sustancias para su posterior venta.
Se cree que el párroco, confiado en su posición dentro de la iglesia, pensaba que sus actividades no tendrían repercusiones negativas. Sin embargo, las autoridades creen que estos estimulantes se obtenían en el mercado negro, lo que ha llevado a la continuación de la investigación, que comenzó hace cinco meses.
Este caso ha causado un gran revuelo en la comunidad y ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor vigilancia y control en todos los sectores de la sociedad.
El Obispado de Plasencia, del que depende Don Benito, ha emitido un comunicado oficial en el que expresa su pesar por los hechos, describiéndolos como una fuente de “dolor, sufrimiento y escándalo”.
El Obispado está a la espera de tener más información sobre la detención del sacerdote y ha afirmado que permanece “atento a su desarrollo, con prudencia y respeto hacia las personas implicadas”. También ha mostrado su disposición a colaborar en todo lo que sea necesario y a afrontar las actuaciones pertinentes.
La investigación sigue su curso y se espera que se esclarezcan más detalles en los próximos días.
Mientras tanto, la comunidad de Don Benito se encuentra en estado de shock ante la noticia de la presunta implicación de su párroco en una trama de tráfico de medicamentos.
