Extremadura se enfrenta a un futuro demográfico incierto, con una previsión de perder 36.000 habitantes en los próximos 15 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras España experimenta un crecimiento poblacional, impulsado principalmente por la migración, Extremadura muestra una tendencia opuesta, lo que plantea desafíos significativos para la región.
Contraste Nacional y Regional
A nivel nacional, España se prepara para recibir a más de cinco millones de nuevos residentes en el mismo período. Sin embargo, Extremadura podría ver una disminución del 3.4% de su población, pasando de 1.053.000 a 1.017.000 habitantes para el año 2038. Esta proyección sitúa a Extremadura como la segunda región de España con una tendencia decreciente en su demografía.
El Impacto en la Población Activa
El doctor José Luis Gurría, experto en Geografía e Historia de la Universidad de Extremadura (UEx), destaca la complejidad de esta situación y la dificultad para revertirla. Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento en los índices de dependencia, con una población activa que representará un 7% menos en las próximas dos décadas. Además, se espera que el porcentaje de la población mayor de 65 años aumente del 20% al 30% para el año 2055.
Reflexión y Acción
Estos datos no solo requieren una reflexión profunda sobre el futuro de Extremadura, sino también la implementación de políticas efectivas que puedan mitigar el impacto de la disminución poblacional y el envejecimiento. La región debe buscar estrategias para atraer y retener a los jóvenes, fomentar la natalidad y adaptarse a una realidad demográfica cambiante para asegurar un desarrollo sostenible y equitativo para todos sus habitantes.