La conmovedora carta que ha escrito el economista Francisco Luzón, enfermo de ELA, en el diario ‘El País’, se une a las distintas voces que desde el caso de María José Carrasco, que recibió el suicidio asistido a través de su marido, Ángel Hernández, han estado llegando para hacer reflexionar a la sociedad española sobre la necesidad de una ley de eutanasia o muerte digna.
Luzón ha explicado su caso, por el cual no mueve «ni un solo músculo» de su cuerpo. «Me comunico con un dispositivo que a través del movimiento del iris de mis ojos transforma mi pensamiento en palabras, une las palabras en frases y un altavoz las reproduce. Esta enfermedad me tiene conectado a un respirador que mete y saca aire de mi caja torácica y me permite seguir viviendo y una sonda gástrica me permite alimentarme con un acceso directo a mi estómago».
Por eso pide una reflexión: «Ha llegado el momento de que una democracia madura en una sociedad avanzada del bienestar, como es la nuestra, se enfrente a esta realidad». Por eso, el economista y también presidente de la fundación que lleva su nombre, concluye: «El Estado debe garantizar esta supervivencia si esa es la elección del individuo. Como también debe amparar legislativamente la decisión en sentido inverso«.
Fuente: Diario Crítico/ El País.