María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, ha hecho un llamamiento a la justicia, alegando que el Estado le debe a su comunidad autónoma una suma de 10.533 millones de euros. Esta cantidad, según Guardiola, permitiría a Extremadura converger con el resto de las comunidades autónomas de España.
Durante un desayuno coloquio en el Club Siglo XXI en Madrid, Guardiola criticó al Gobierno de Pedro Sánchez por atender solo a los “chantajes y privilegios” de sus socios independentistas. Según ella, el Estado de bienestar no se está distribuyendo equitativamente, y mantenerlo no tiene el mismo coste para todas las comunidades autónomas.
Guardiola enfatizó la necesidad de una reforma multilateral de la financiación autonómica para garantizar un servicio básico a todos los españoles, independientemente de dónde vivan. También recordó que los artículos 131 y 138 de la Constitución garantizan un desarrollo regional justo e igualitario, pero que desde 2008 se ha incumplido el fondo de compensación interterritorial.
La presidenta de Extremadura también señaló que el Estatuto de Autonomía de su región establece que el Estado debe compensar con un 1% del PIB regional para acelerar su proceso de convergencia con el resto de territorios. Según sus cálculos, esta cantidad asciende a 1.406 millones de euros en los últimos 15 años.
Guardiola concluyó que ha llegado el momento de que el Estado salde su deuda y deje de invertir en los territorios más ricos en detrimento de regiones como Extremadura. También criticó la falta de comunicación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y expresó su deseo de presentarle su Agenda para el Liderazgo, la Modernización y el Avance de Extremadura (ALMA), con la que espera compensar el “déficit histórico” de Extremadura y garantizar su “modernización y avance”.
Finalmente, Guardiola criticó el déficit “histórico” de infraestructuras y comunicaciones en Extremadura, citando como ejemplo la inauguración de “un falso AVE” en 2022 y un socavón en la carretera nacional que une Cáceres con Badajoz, que separó las dos ciudades durante ocho meses. Guardiola pidió una autopista de alta capacidad para unir ambas ciudades.
